Cálido y acogedor, Santelices traspasa la excitación que le provoca hablar de parajes y rincones de Chile. Mientras cuenta sobre sus bondades, parece que los estuviera mirando, porque recuerda hasta mínimos detalles.
Lo mismo pasa cuando habla sobre los proyectos exitosos que el Sernatur ha llevado a cabo estos años, así como de los que están por venir. Entre los primeros, destaca el éxito de los programas especiales para la tercera edad y en los que comienzan este año, el subsidio a las giras de estudio de los jóvenes de sectores más desposeídos. Tampoco olvida mencionar la importancia que los privados han tenido en el auge del turismo en el país.
-¿Experiencias como la de Carlos Cardoen en Santa Cruz?
"Exactamente, porque él instaló, donde no había nada, un centro turístico de primera calidad y que ha ayudado una enormidad al desarrollo de la zona. Porque es distinto cuando la industria turística surge a partir de una belleza natural, como las Torres del Paine; en Colchagua no había nada y Cardoen tuvo la visión para hacer una ruta turística que hoy atrae muchos visitantes y que le ha dado trabajo a mucha gente. Es un ejemplo digno de imitar.
"Hizo un hotel de primera calidad y un excelente museo; ha desarrollado el aspecto culinario, las artesanías; ha apoyado a los fabricantes de licores de la zona; es la ruta del vino más desarrollada en Chile. Creó un polo de atracción turística".
-También los viajes para la tercera edad son un gran acierto, ¿cómo nació la idea?
"Teníamos una capacidad turística ociosa durante muchos meses del año y, por otra parte, un sector de la población que podía ocuparla y mejorar su calidad de vida. Si bien el subsidio de este programa le significaba una cierta carga al Estado, había un retorno; por cada peso que éste gasta, vuelven tres pesos puestos por el adulto mayor. Además, esta experiencia ha motivado a pequeños empresarios a hacer inversiones y a preocuparse de atender a un sector distinto del habitual".
Añade que incluso hay zonas donde la capacidad turística ha aumentado, como en un pequeño pueblito cerca de Arica. Además, dice, que no sólo se han visto beneficiados los empresarios hoteleros, sino también otras personas que giran en torno al turismo, como la gente que hace mermeladas, licores, artesanías y otras muchas cosas.
-Es decir, también hay un beneficio social.
"Claro y no sólo para los que reciben a la gente de la tercera edad, sino que para este segmento en especial, porque muchas veces se trata de gente solitaria, que está jubilada y no tiene muchas actividades que realizar. Con este programa han encontrado una vía para romper la rutina, juntarse con sus pares, conocer el país y pasarlo bien; con todo ello han mejorado su calidad de vida. Tiene beneficios de ida y vuelta".
Sin parar, comenta que, debido al éxito obtenido, se les ocurrió la idea de ayudar a los jóvenes de escasos recursos para que puedan irse de gira de estudios como lo hacen los adolescentes de los colegios particulares. El programa contempla financiar el 80% del costo del viaje en el caso de los estudiantes y el 100% a los profesores que vayan a cargo. Para esto ya se está trabajando en coordinación con los municipios y liceos. "El viaje de estudios es una experiencia imborrable a la que ahora tendrán acceso jóvenes que, tal vez, de otra manera no hubieran viajado nunca y podrán conocer su país", recalca.
Para este sector de la sociedad saldrá, los primeros días de enero, la guía turística para los jóvenes, que se distribuirá junto a Las Últimas Noticias. Igual que en años anteriores, contiene información sobre lugares para hospedarse, acampar, comer y sitios y actividades de interés turístico a lo largo de Chile y a precios más accesibles.
Asimismo se ha potenciado a Chile como un destino para convenciones internacionales, ocupando el segundo lugar en Latinoamérica, después de Río de Janeiro. "No sólo vendemos nuestra infraestructura hotelera y de eventos, que en Santiago es de gran calidad, sino también que somos un país estable, conectado al mundo, seguro, con mucho menos delincuencia que otros países, alejado de grandes conflictos y que no hay enfermedades importantes. Por eso subimos de 18 a 50 convenciones anuales, en un período de dos años. Entraban 9 mil congresistas y vamos sobre 30 mil", señala.
En este aspecto, también hay interrelación entre los privados y el organismo de Estado, porque muchos colegios profesionales, por ejemplo, acuden a Sernatur para que les ayude con el marketing adecuado para promocionar Chile como sede de sus congresos.
-Hablas con mucha pasión de la labor desarrollada en estos años, ¿cómo llegaste a Sernatur?
"Cosas de la vida; estaba iniciándose el gobierno de Lagos y se dio la oportunidad. Yo había estudiado Historia en la Católica, después un Master en gerencia pública, viví en el extranjero, en distintos lugares, así que para mí fue un desafío; más en un país que no tenía marcada la veta turística".
-¿En qué estabas tú en ese minuto?
"Un tiempo fui gobernador; antes hice clases en colegios... ¿sabes tú que ninguna de las personas que ha estado a cargo era de turismo? Ni Eugenio Yunis ni la Liliana Mahn, si nos remontamos más atrás, tampoco César Gómez; eso también me apabulló menos.
"Pensé aquí prima la inteligencia y como soy del principio de que 'lo que natura non da, Salamanca non presta', así que me siento absolutamente capacitado para arremeter en esta empresa. Al final, los resultados son los que hablan".
-Pareciera que te encantó el tema.
"Total, apasionado, absolutamente. Creo que si tienes inteligencia y pones pasión en lo que te involucras, algún resultado positivo tendrá que dar".
-Hartos has tenido, porque ya llevas casi siete años.
"Claro, es que después la Presidenta me dijo me interesa que tú sigas en esto, que profundices y me planteó todo un plan de acción que estamos trabajando, en materia de promoción, de calidad, de ley. Además aumentó los recursos para el turismo social, para la promoción.
"Encuentro fantástico poder contribuir en más que sólo hacer de Chile un destino turístico".
-Claro es que la cosa social ha sido muy importante.
"Social, económica y también cultural, porque resguardas tu identidad. Eso es lo que nos diferencia, si lo que vienen a ver estos viajeros extranjeros es aquello que es distinto.
"Ha sido un gran desafío para mí; me convencí, al poco andar, de que había una veta no explotada, Chile tiene un diamante en bruto que había que trabajar y tenía que irnos muy bien. Es que, cuando hemos acometido, de buena manera, juntos público con privado, el resultado ha sido muy bueno".
