El efecto Bachelet
Dan Kindlon no pensaba en Chile cuando escribió su libro, sin embargo la elección de Michelle Bachelet como la primera Presidenta mujer del país le sirve de ejemplo para explicar lo que a una alpha le toca vivir: "Piensa en una niña que nace ahora. La primera imagen de un presidente que va a tener es la de una mujer y eso cambiará sus expectativas. Que nazca en una sociedad más igualitaria tiene un efecto, aumenta las posibilidades que se abren para su futuro. Llega a un mundo que no existía antes. Al mirar a su alrededor ve mujeres en una amplia variedad de papeles, en cantidades, como nunca antes".
En el resto del mundo hay experiencias similares, que permiten que millones de jóvenes se expongan a un futuro pleno de posibilidades. Liberia también cuenta con su primera jefa de estado mujer, Ellen Jonson-Sirleaf. En Francia se cree que la candidata del Partido Socialista, Ségoléne Royal, será la próxima presidenta. Estados Unidos tendrá a partir de enero del 2007 a Nancy Pelosi como líder de la mayoría en la Cámara Baja del Congreso, un puesto que antes siempre perteneció a un hombre.
Y más aún, los nombres de la senadora Hillary Clinton y la encargada de la diplomacia de Washington, Condoleezza Rice, salen a menudo a la conversación sobre posibles sucesores de George W. Bush en la Casa Blanca.
"Cuando las voces femeninas se vuelvan lo suficientemente fuertes se podrán priorizar asuntos como la planificación familiar y el cumplimiento de las leyes contra la violación. Las mujeres juezas, por ejemplo, dan sentencias más estrictas en casos de abuso sexual. Será interesante ver a las nuevas líderes políticas en acción", sostiene Kindlon.
Y eso no sólo en el área gubernamental. Datos en el libro muestran que en Estados Unidos, en 1970, alrededor del 40% de los grados académicos iban a mujeres y 60% a los hombres. Hoy los números se han invertido en todos los niveles: doctorados, maestrías y bachilleratos. "Leyes, Medicina y Administración de Negocios son profesiones en las que se ve cada vez un mayor equilibrio de géneros", según el escritor.
Dan Kindlon sabe que el futuro es impredecible y que está por verse qué pasará con las alpha cuando la maternidad o el deseo de equilibrar carrera y vida familiar las enfrente con su crianza, con la idea de que es posible tenerlo todo en la vida. Lo que sí anticipa, y que ya comienza a verse gracias a la irrupción de las mujeres en puestos de mayor poder, es que transformarán las instituciones a las que entren. "En medicina han introducido cambios a la manera en que se practica la profesión. Muchas trabajan medio tiempo y el cuidado médico no ha sufrido efectos negativos. Estamos volviéndonos más flexibles, más pro familia. Y si las personas mejor preparadas que se están produciendo son mujeres, las empresas tendrán que encontrar formas de crear un equilibrio para no perderlas".
"Las chicas alpha que estudié, pese a que tienen la libertad de hacer lo que quieran, están abrumadoramente interesadas también en tener hijos y casarse. Un 90% de las alpha dicen que "el matrimonio y la familia son importantes", comparado con un 75% de no alphas. Serán parte de una tendencia que hará a esta nación más amigable con la familia. Lo veo como un efecto positivo para todos".
La alphas chilenas
Tres jóvenes chilenas, nacidas en la década del 80 relatan detalles de cómo han sido marcadas por sus padres y la sociedad que les ha tocado vivir:
Karina Miranda, 24 años, es la primera mujer piloto de combate de la FACH: "A mí y al resto de mi curso nos ha tocado iniciar el ascenso de las mujeres en la Fuerza Aérea. En el futuro quiero seguir siendo una oficial de esta institución, pasar todos los cursos y desarrollarme bien en el ámbito profesional. En este sentido mis padres siempre me decían que yo era capaz de alcanzar cualquier meta que me propusiera. Creo que ahora se da una mayor igualdad entre hombres y mujeres, todos los ámbitos están abiertos y depende de cada una alcanzar los objetivos".
Natalia Arcos, 26 años, teórica e historiadora del arte, es la curadora chilena más joven, con más de diez exposiciones realizadas en Chile, Francia, España, Portugal y Argentina: "Al menos en mi campo hay mucho más mujeres que hombres trabajando. Me parece que esto es algo natural, ya nadie se plantea quedarse en la casa. Creo que esto sucede porque nuestras madres e incluso nuestras abuelas tuvieron una profesión, entonces resulta lógico que las generaciones actuales busquen cumplir sus metas profesionales. Además, en mi caso, mis padres siempre me impulsaron a ir más allá y a estudiar afuera. Siempre fui bien matea en el colegio y en la universidad".
Ana María Leal, 26 años, es asistente social y desde muy joven ocupó puestos de importancia. Hoy es responsable de dirigir los proyectos de la Fundación Pléyades: "Yo creo que se han abierto los espacios para la participación de las mujeres que van desde los centros de alumnos hasta el trato en el núcleo familiar. En mi caso, mis padres nunca hicieron distinción de género entre los hermanos y nos incentivaban a todos para que estudiáramos en la universidad y cumpliéramos nuestros sueños. Sin duda aún falta camino por recorrer, pero nuestra generación ha ido abriendo caminos en la igualdad entre hombres y mujeres".