Hay muchas opciones, pero te presentamos algunas según el tipo de actividades que realizas diariamente:
Desayuno light
- un kiwi, jugo de pomelo o naranja recién esprimida. Dos tostadas integrales con un poco de miel o mermelada. Té o café con leche descremada.
Desayuno para exquisitos
- una fruta o un vaso de jugo natural; media marraqueta sin miga con jamón; un yogurt natural, café o té solo o con leche o un agua de hierbas.
Desayuno para deportistas
- una fruta o un jugo natural, un yogurt natural con cereales (calóricos) con una cucharada de miel. Café o té solo o con leche.
Desayuno para envejecimiento
- jugo de una naranja, yogurt natural con gérmen de trigo, medio tomate con aceite de oliva y atún en pan integral y té verde con almendras.
Para media mañana también hay opciones:
Para los light una manzana pequeña y un agua de hierbas. Para los exquisitos, un sandwich de pan integral con queso y un café solo o cortado. Para los deportistas, un yogurt con miel y de tres a cinco galletas de avena y para los que no quieren envejecer, unos 10 granos de uva, dos frutillas, un kiwi o un puñado de frutos secos acompañado de agua de hierbas.