Dos años acompañando a su marido en Estados Unidos le dieron a la publicista Pilar Larraín (31 años, casada, dos hijos) el empuje para pasar del trabajo de oficina al negocio propio.
"La idea era que al volver a Chile mi marido se independizara, pero le ofrecieron un trabajo muy bueno y desistió de su idea. Yo, en cambió, quedé con todas las ganas de hacer un negocio", recuerda.
Recorriendo las calles de Boston y Nueva York encontró su modelo de inspiración. "Allá, en cada esquina, hay un centro especializado de manicure y pedicure. Estaba segura de que el boom se vendría a Chile, así es que de inmediato comencé a evaluar el proyecto. Cuando volvimos, en seis meses armé el negocio: hice el curso intensivo de manicurista, vi dónde comprar los esmaltes, armé todo mi equipo".
Así nació el primer local de Amano, manos y pies, en marzo del año pasado. Pilar y su marido invirtieron todos sus ahorros en la apertura de la primera tienda, 25 millones de pesos.
Partieron en el subterráneo del supermercado Lider de Buenaventura. "Los primeros días no entraba mucha gente, entonces empecé a angustiarme. Tenía mucho dolor de guata al principio".
Poco a poco fueron llegando las clientas, y también los clientes. Pilar calcula que un 10% del público que utiliza los servicios de Amano son hombres, especialmente profesionales del área de la salud.
Entre las mujeres, el 70% opta por realizarse una manicure normal, y el 30% se atreve con los masajes, los baños de cera y parafina, y por eso Amano se fue especializando en entregar esos servicios.
Aunque el negocio funcionaba lento, a los pocos meses abrieron su segundo local, en el subterráneo del Mall Portal La Dehesa. "Teníamos los números necesarios para hacerlo. Al principio también funcionó lento, pero a los pocos meses ha llegado a un excelente nivel".
Un ejemplo de su alza: hoy su staff es de 38 manicuristas, que pueden llegar a atender a doce clientes diarios cada una. "Afortunadamente siempre hemos ido en crecimiento; nunca hemos llegado a asustarnos", afirma Pilar.
"Es muy temprano para hablar de consolidación, ya que llevamos un año. El objetivo ahora es seguir captando personas que antes no se hacían las manos. Nuestro negocio es que la clienta que entre a Amano vuelva siempre a nuestro local. Que diga: qué rico fue haberme regaloneado".
Con dos locales próximos a abrir, la meta de Pilar es consolidar a Amano como un referente a la hora de hablar de manicure y pedicure. La tiene contenta saber que nueve de cada diez clientas que llegan a su centro siguen como clientas fieles. Pero más conforme la tiene disfrutar de la calidad del tiempo que puede dedicarle a su familia. "Estar con mi marido y mis hijos es mi primera prioridad".