El escenario de la fertilidad entre los chilenos ha cambiado en la última década. No sólo ha aumentado el número de parejas que llegan a la consulta de un especialista ante la sospecha de tener problemas. También han cambiado las razones por las que esta infertilidad se está produciendo, y para los médicos ya no basta hablar sólo de causas relacionadas con una disfunción en el sistema reproductor femenino o masculino.
"La mayoría de las parejas chilenas están sufriendo los mismos cambios epidemiológicos que las parejas de los países desarrollados vivieron una década atrás: la mujer entró al mundo profesional, al de las carreras de posgrado, lo que provocó que postergaran la maternidad. Ese es el perfil de las parejas que suelen llegar a los centros de medicina reproductiva, tanto en Chile como en el resto del mundo", explica el doctor Carlos Troncoso, director del Centro de Fertilidad IVI de Chile.
El especialista apunta al principal nuevo factor que está determinando los problemas de infertilidad entre las chilenas: la tardía edad a la que se decide tener el primer hijo. Además, los altos índices de consumo de tabaco de las mujeres, las crecientes cifras de sobrepeso y obesidad femenina y el nivel de estrés al que se ven sometidas dentro del mundo laboral también están teniendo un fuerte impacto en el ámbito de la fertilidad. Según los médicos, estos nuevos factores son aún mal conocidos por los pacientes, por eso importa informar a las parejas de la necesidad de prevenirlos.
1.- Los efectos del retraso de la maternidad
La edad, coinciden los especialistas, es el gran factor que está repercutiendo entre las chilenas con problemas para quedar embarazadas. "En 1980, si uno revisaba los matrimonios por grupo de edad del contrayente, el peak estaba alrededor de los 20 años. En 1998, el peak estaba en los 30, y hoy, diez años más tarde, se están juntando parejas con cada vez más edad para tener hijos", observa el director del Departamento de Obstetricia y Ginecología de Clínica Las Condes, Antonio Mackenna.
La mayoría de las parejas comienza a chequearse cuando la mujer tiene 33 o 34 años, "y no es raro tener pacientes que consultan a los 38 o 39", evidencia el jefe de la Unidad de Reproducción Humana del Departamento de Obstetricia de la Universidad Católica, Alejandro Manzur. Todas ellas responden a un patrón similar: "Primero, terminaron el colegio y los estudios universitarios; después se casaron, quisieron viajar y tener estabilidad en el trabajo. En hacer todo eso se les fueron los 30 primeros años. Luego viene la adquisición de bienes materiales como casas y autos, y ahí ya llegaron a los 35 cuando quieren tener su primer hijo", complementa el doctor Rodrigo Macaya, también de la Unidad de Reproducción Humana de la UC.
La maternidad tardía es un factor de infertilidad por la condición biológica de la mujer, que nace con un número finito de ovocitos que van desapareciendo mes a mes, y que con el paso del tiempo también envejecen junto con la mujer, bajando su capacidad para ser fecundados. "La mujer en la etapa fetal tiene alrededor de un millón de óvulos, y para cuando nace sólo le quedan cerca de 400 o 500 mil. Y la destrucción no para, ni siquiera durante el embarazo", explica el doctor Mackenna.
Esta disminución trae consecuencias concretas, ya que al haber menos óvulos y más viejos, disminuyen las probabilidades de embarazo "En parejas sanas que bordean los 25-30 años, la posibilidad de embarazarse es de un 25%. Después de los 40, la probabilidad de embarazo espontáneo es menor al 5%", advierte el doctor Claudio Álvarez, también director del Centro IVI.
La edad es el escenario más temido por los especialistas a la hora de conseguir buenos resultados. "Todos los otros aspectos que causan infertilidad se pueden manejar y solucionar desde el punto de vista médico, excepto con éste", lamenta el doctor Álvarez. Por eso, muchos ginecólogos intentan hacer conciencia del tema entre las mujeres antes de los 30 años. "Pero es muy difícil decirle a una mujer de 30, entusiasmada con su desarrollo profesional, que se preocupe de la maternidad si ser mamá está en sus planes. Los médicos no podemos inmiscuirnos en las decisiones de las personas, pero sí cumplir con mostrarles el escenario, aunque siento que hay mujeres que escuchan poco, que dicen OK, y lo ponen como parte del inventario. Es difícil cambiar la mentalidad del sistema y es triste, además, porque sobre los 40, 42 años, no hay mucho que hacer, salvo la donación de ovocitos o la criopreservación. Pero muchos centros en el mundo decidieron que no harán este tratamiento a mujeres mayores de 42 años", argumenta Rodrigo Macaya.
La edad también afecta a los hombres, aunque el impacto es menor. Ilustra el doctor Mackenna: "En los hombres hay un deterioro de la calidad espermática, que no tiene la misma concentración ni calidad a los 30 que a los 50 años. Esa caída es mucho más lenta y menos marcada que en las mujeres, pero sí aumentan las alteraciones cromosómicas producto de padres añosos. Cuando hay una mujer de 30 y un padre de 70, existe un riesgo mayor de tener un niño con síndrome de Down".
2.- El peso corporal también puede ser un obstáculo
Las pacientes con sobrepeso -con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 25- u obesas -con un IMC superior a 30- tienen una menor tasa de fertilidad, advierten los médicos. "Y si logran embarazarse, tienen un mayor riesgo de abortar, por las alteraciones bioquímicas y la calidad del ovocito. Se han hecho estudios comparando mujeres obesas con otras de peso normal, y las primeras tienen tasas más altas de infertilidad y aborto", enfatiza el doctor Troncoso.
Estos son datos preocupantes, dadas las altas cifras de sobrepeso -que supera el 50% entre las chilenas según cifras del Ministerio del Salud- y de obesidad. Las pacientes que presentan este problema tienen una mayor concentración de andrógenos -hormona masculina que las mujeres también secretan, pero en menor cantidad- y niveles más altos de insulina, que alteran su calidad ovocitaria. El doctor Rodrigo Macaya explica que, como consecuencia de estos desajustes, los óvulos de estas mujeres no son fecundables, "porque están alterados desde el punto de vista hormonal.
Además, por lo general ellas sufren de oligomenorrea; es decir, tienen menos de seis menstruaciones al años, por lo tanto ovulan menos".
Por eso, Macaya pone énfasis sobre las malas consecuencias que puede traer para las mujeres en edad fértil descuidar su peso corporal. "Vengo recién llegando de Chicago y allá el 80% de la población sobre los 40 años es obesa... Eso es tremendo. Y aquí en Chile también se está dando cada vez más que las mujeres se llenan de trabajo de oficina, que es sedentario, ocupan el auto para ir a todas partes... y eso les está pasando la cuenta en su fertilidad".
3.- El tabaco también altera la fertilidad
Fumar una dosis elevada de cigarrillos al día altera tanto la calidad ovocitaria como la calidad del endometrio, el tejido que genera el útero para que pueda anidarse el embrión: se dan problemas de implantación, una mayor tasa de aborto, una reducción del crecimiento del feto y otros problemas. El doctor Carlos Troncoso explica, además, que no sólo altera estas fases del embarazo, sino también la calidad del ovocito: "Eso depende absolutamente de la cantidad de "cigarros-día". Entre las no fumadoras, las fumadoras leves (entre 1 y 10 cigarros al día) y las grandes fumadoras (más de 10 cigarros al día) hay diferencias en la calidad ovocitaria, y eso puede traducirse en tasas de gestación menor: las no fumadoras, comparadas con las grandes fumadoras, tienen un 50% de posibilidades de quedar embarazadas cuando se utiliza un método de reproducción asistida, contra un 35% del segundo grupo".
El doctor Rodrigo Macaya añade que fumar en exceso también hace que las mujeres tengan una pérdida acelerada de sus ovocitos. "Genera una menopausia adelantada. Estudios en mujeres que van a fertilización in vitro muestran que ellas necesitan mayor cantidad de medicamentos para estimular la ovulación, aun así ovulan menos y además sus huevos crecen mal".
En los hombres, un alto consumo de tabaco disminuye la concentración y movilidad de los espermios, "y en su concentración aumentan los de forma anormal", acota el doctor Macaya.
¿Tienen hombres y especialmente las mujeres conciencia sobre los efectos del tabaco en su fertilidad? Al parecer no, responde el doctor Macaya. Según cifras del IVI, un 35% de las mujeres en edad reproductiva fuman, "pero muchas de ellas, cuando consultan, no lo dicen, y eso se ve después durante el control del embarazo".
4.- El estrés afecta la producción de óvulos y espermios
Un estado de tensión constante no sólo afecta la calidad de vida, sino que también repercute en el ámbito de la fertilidad, aunque muchas mujeres y hombres suelan no tomarlo en cuenta. "Primero que nada, hay que hablar del estrés mismo que produce el deseo de quedar embarazada y no lograrlo. Es un conflicto que la pareja por lo general vive sola, por toda la presión social que implica casarse y quedar esperando guagua de inmediato. Yéndose a otro extremo, cuando uno tiene a una mujer tremendamente estresada -alguien, por ejemplo, con anorexia nerviosa, o a quien se le murió un familiar cercano, que está bajo fuerte presión académica o laboral-, el estrés influye en que esa paciente deja de producir una hormona llamada GNRH, secretada por el hipotálamo, y que estimulan la ovulación, y eso desencadena problemas de fertilidad", argumenta el doctor Macaya. Lo bueno, agrega el médico, es que si la mujer logra superar la situación que la mantiene tensionada, recupera su fertilidad.
A los hombres también les afecta el estrés. "Se sabe que cuando un hombre está estresado tiene alteraciones en su desempeño sexual. Esto se ve especialmente cuando la pareja se somete a un tratamiento de fertilización, donde uno le dice a la pareja que deben tener actividad sexual en tales días porque se desencadenará la ovulación. Ellos se cohíben tremendamente, les cuesta. La imagen del hombre siempre listo queda afuera aquí".
Las tradicionales causas de infertilidad
Las causas que tienen que ver con problemas ginecológicos siguen presentes, y explican en promedio un 30% de las situaciones de infertilidad en las parejas chilenas. Todas ellas tienen solución con un tratamiento adecuado, aseguran los especialistas.
EL FACTOR TUBARIO (alteraciones de las trompas de Falopio que impiden el paso de los espermios o el transporte del embrión hacia el útero) está presente entre un 20% y un 30% de las mujeres que presentan problemas de infertilidad, explica el doctor Claudio Álvarez, del Centro IVI.
LA ENDOMETRIOSIS es una alteración en el endometrio que produce una inflamación crónica y alteraciones similares a las tubarias. Tiene una prevalencia muy alta en las mujeres con infertilidad, entre un 10% y un 20%, describe el doctor Alejandro Manzur.
EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO lo sufren entre el 10% y el 15% de la población femenina total, "y es un mal al que hay que poner ojo, porque, son pacientes que necesitan ser supervisadas", advierte Manzur.