Los matrimonios han disminuido en el país de 8 a 4 por cada mil habitantes, según los últimos censos, y los nacimientos fuera del matrimonio ya son el 54%. Cifras como estas trae el libro "Familia y felicidad, un círculo virtuoso", que Libertad y Desarrollo (LyD) lanza hoy en la Feria del Libro de Santiago.
La publicación hace un diagnóstico de los cambios recientes en los hogares chilenos y entrega una serie de propuestas concretas para fortalecer a la familia.
A través de distintos estudios, algunos de sus autores plantean que un matrimonio estable es el mejor marco para que los hijos puedan desarrollarse integralmente. Por eso, varias de las propuestas apuntan a promover esta institución. Por ejemplo, el académico de la U. de los Andes Eugenio Cáceres propone, entre otras cosas, mejorar los servicios de educación pre y post-matrimonial, y la incorporación en el currículum escolar del tema de la paternidad responsable.
Ayuda profesional
Frente a las dificultades que enfrentan las parejas para mantener su estabilidad, varios autores proponen que se refuerce la ayuda de profesionales. Rosita Camhi, de LyD, plantea la creación de más organizaciones que ayuden a las parejas en crisis, y a prevenir y enfrentar la violencia intrafamiliar. "El Estado debería subvencionar a organizaciones dedicadas a esto y que puedan postular a fondos concursables".
El capítulo de los investigadores Diego Farren y Andreas Hein, de Fundación Paz Ciudadana, aborda la relación entre las conductas de riesgo de los adolescentes y la estructura de las familias. Y llegan a la conclusión de que más allá de si los hijos viven con el padre, la madre o con ambos, lo realmente protector para ellos es el buen funcionamiento del grupo familiar.
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Incentivos tributarios para aquellas familias que "lo estén haciendo bien" es una de las propuestas que Rosita Camhi da en el libro. |
Por eso, su proposición es que las políticas públicas se focalizen en aquellas familias vulnerables o disfuncionales, que no están pudiendo sacar adelante su tarea con los hijos.
Para ayudarlas, los autores proponen intervenciones de nivel local. "Llegar a una familia con problemas es un tema delicado, del ámbito privado"; por eso, lo indicado es que se trabaje en áreas reducidas, señala Hein, agregando la necesidad de una coordinación entre las distintas organizaciones que hoy trabajan en esto.
Aparte del ámbito local, Hein menciona el plano más macro desde donde se debe trabajar para fortalecer a la familia. "Y ahí están las políticas que apuntan al tiempo que necesitan los padres para estar con sus hijos".
Y en ese sentido, se hacen varias propuestas. Una de ellas es la flexibilización de la legislación laboral para que aumenten las posibilidades de trabajo part-time, "sobre todo pensando en las madres de niños pequeños", dice Rosita Camhi.
Eugenio Cáceres apunta a que las empresas deberían reenfocar la importancia que le asignan a la vida familiar de sus empleados. Propone cosas concretas como "que haya profesionales que ayuden a los empleados a resolver sus problemas familiares" o que la empresa se preocupe de que las personas no se queden trabajando sobretiempo.