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Prevenir accidentes para ser más competitivos

La ejecutiva de la Asociación Chilena de Seguridad asegura que Chile ha avanzado mucho en prevención y seguridad laboral, pero los jóvenes siguen siendo los de mayor riesgo por impetuosos.

06 de Marzo de 2008 | 10:19 |
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Las cifras dicen que estamos mejor que Canadá y otros países europeos en tasas de accidentabilidad laboral. Mientras nosotros registramos tasas de cotización (de primas de seguro) de 1,7%, Italia tiene del 3%, Alemania de 2,9% y España de 2,7%. Incluso Francia tiene de 2,2.

Gina Ocqueteau, directora de relaciones institucionales de la Asociación Chilena de Seguridad, una de las tres mutuales que hay en el país, asegura que estas cifras son fruto de un trabajo serio y constante de estas instituciones, los empresarios y el Gobierno, razón más que suficiente para sentirse orgullosos.

Con una larga trayectoria en la ACHS, incluido su paso por el Hospital del Trabajador, Gina asegura que los trabajadores también han puesto de su parte al hacer más consciente este tema en el desempeño de sus labores.

“Los trabajadores han sido grandes colaboradores en esto. La cantidad de días perdidos de los trabajadores por accidentes era, en el pasado, de 30 y hoy bordea los 5, y las posibilidades de reintegro a las mismas funciones, hace 50 años, eran casi nulas”.

-¿En qué han aportado las mutuales?
“Hay ayudado a hacer conciencia. Nosotros, en la ACHS tenemos un programa muy importante denominado Prevención de Riesgo Escolar que apunta a formar a los niños en la cuna en la prevención de accidentes; lleva 30 años en aplicación, se hace de Arica a Punta Arenas con el Ministerio de Educación y apuesta a que el trabajador tenga conciencia de cultura preventiva desde pequeño. La idea es enseñar que hay acciones inseguras, condiciones de trabajo inseguras que se deben declarar, cuestión que te hace un ciudadano de respeto”.

La ejecutiva asegura que las grandes, medianas y pequeñas empresas han ayudado en este proceso, porque han implementado sus propios sistemas de control. “Nosotros no somos contralores ni auditores en estos temas, sólo acompañamos a la empresa en esto, pero nuestra función es dar atención en salud y prestaciones económicas”, explica.

-¿La razón de los accidentes está en que los trabajadores desconocen cuáles aspectos involucran el tema?
“Como chilenos, en general, siempre estamos yéndonos por el camino más corto, del lado, lo que hace que la gente sea más arriesgada, descuidada, si le dan elementos de protección, a menos que haya un fiscalizador, no los usa. En las faenas de alto riesgo, las empresas se han puesto sumamente estrictas, porque las medidas de protección tienen que ver con salud ocupacional; cuando no se usaban elementos de protección auditiva la sordera en Chile era un tema muy importante, la silicosis, también, porque no se prevenía en las minas. Hoy está erradicado. La gente tiene más conciencia, pero se requiere un trabajo permanente de las mutualidades y empresas para fomentar esto, porque sino, en épocas en que la economía no está tan bien y crecen los sectores más informales, se contrata mano de obra más barata, ni calificada, lo que aumenta la accidentabilidad”.

-¿La capacitación…
“Es fundamental. Se deben tomar las medidas de seguridad y enseñarlas a los trabajadores. A esto, debe sumarse que hayan condiciones seguras que también se enseñen. Por ejemplo, hace 2 años, en una empresa constructora se cayó un andamio con 32 trabajadores arriba sin cascos ni otros elementos de seguridad, lo que demostró no sólo las acciones inseguras sino que las condiciones de trabajo inadecuadas”.

-¿Qué sectores presentan mayores riesgos?
“Hoy, increíblemente, han aumentado los accidentes de trayecto, es decir, los accidentes que se producen en el desplazamiento de la casa al lugar de trabajo, que hoy implica hacer grandes recorridos en la Región Metropolitana, cruzar de lado a lado Santiago, que está muy congestionado. Esto hace que la gente corra y hayan más atropellos, más choques”.

En cifras de la ACHS, el sector que sigue registrando mayores índices de accidentabilidad es la construcción con 9,82% en 2005, seguido por el transporte con 9,14%, la industria con 8,96% y la agricultura con 8,16%. Los menos riesgosos son la minería con 3,25% y los servicios con 4,80%. “Esto demuestra que una faena de alto riesgo, bien cuidada, como la minería, puede homologarse a las de menos riesgo como el servicio”, señala.

-¿Cuánto influye en esto la edad de los trabajadores? ¿Los más accidentados son los inexpertos, los más jóvenes?
“Sí, las cifras anteriores demuestran que el riesgo no está asociado al trabajo, el mejor ejemplo es la tasa de accidentabilidad de la minería. El rango erario tiene mucho que ver”.

-¿Los jóvenes son más impetuosos?
“Sí, asumen más riesgos. Ahora, todo depende de múltiples factores; cuando las empresas son rigurosas y exigen el uso de elementos de seguridad, por mucho ímpetu, por mucha negligencia y acción insegura de parte del trabajador, se pueden obtener buenos resultados”.

Gina Ocqueteau afirma que el avance de la tecnología ha ayudado a disminuir los riesgos en faenas como la minería, industria y construcción pues la maquinaria viene hoy con protectores que evitan amputaciones y otros accidentes.

A esto se suma que la ley obliga a las empresas, que tienen cierto número de trabajadores, a contar con un experto en seguridad laboral además, del funcionamiento de los comités paritarios de las empresas con los trabajadores en materia de seguridad.

-¿Eso funciona mejor que la fiscalización que puede hacer el Estado?
“Claro, los entes estatales no tiene capacidad, es casi imposible, poder controlarlo. Por ello, es importante que exista conciencia de riesgo dentro de la empresa. La fiscalización la hace cada repartición con divisiones especiales, pero nunca habrá suficiente personal para fiscalizar cada regulación en especial, cada protocolo o procedimiento.
“Por eso, hay mucha conciencia de los empresarios que para ser competitivos, deben cuidar a sus trabajadores. Hay un tema económico de incentivos, además, porque si se accidentan más deben pagar una tasa de prima más alta, además de ser multado. Hay que tener presente que el seguro de accidentes del trabajo es un aporte patronal que no es descontado del trabajador como otras cotizaciones de salud o previsión”.

-¿Cuáles son los desafíos, aparte de seguir reduciendo las tasas?
“Que el trabajo informal deje de serlo, que cotice, que haya asesoría y capacitación en todo ese sector que hoy está descubierto. Se debe también crear mayor conciencia en los trabajadores, porque un accidente cambia la vida de una persona, son determinantes y mucho más en la gente joven. La cantidad de trabajadores que queda en silla de rueda todavía es tema en Chile”.

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