La clase política pareciera no comprender el profundo cambio que ha experimentado la sociedad. La mujer ha logrado abrirse espacios en todos los ámbitos, pero en la política pareciera que deberá seguir a codazos.
Sí, porque pese al discurso de los dirigentes, en orden a que las mujeres tienen las puertas abiertas para participar de las elecciones populares como candidatas, la realidad señala que ello no es así.
Aunque en la inscripción de candidatos a alcalde y concejales para los comicios de octubre de 2008 hubo un pequeño aumento, aún es mucha la distancia entre hombres y mujeres que tienen opción de participar y mucho más, opción real de ganar.
Según un estudio de Corporación Humanas (con cifras aún no oficiales porque se desconoce el informe de rechazo de candidaturas del Servel), ?0b>este año sólo un 18,9% de candidatos a alcalde son mujeres, mientras que las candidatas a concejala alcanzan el 25,4%. En total, el número de mujeres que se medirá en las urnas es de mil 876 féminas (24,6%), casi tres puntos porcentuales frente al número que se presentó en 2004 que alcanzó el 21,2%.
La presidenta de esta corporación, Lorena Fries, apunta a la tremenda equivocación que cometen los partidos que no se la juegan por las mujeres por cuanto ellas han demostrado tener una alta elegibilidad. De hecho, un estudio realizado por ellas, a nivel de concejalas, señala que en 1996 el número de candidatas fue de 968 y se eligieron el 30% e ellas y que el 2000, las candidatas sumaron 884 y un 40,8% alcanzó su cargo. En 2004 fueron un total de 1308 y se eligieron 450 (34,4%).
Fries, al lanzar una campaña destinada a poner fin a la discriminación de la mujer en política, bajo el lema “opción igualdad: la democracia necesita mujeres”, comentó que una encuesta detectó que el 70% de las chilenas dice sentirse discriminada en este ámbito.
La explicación
El cientista político del Instituto Libertad José Miguel Izquierdo precisa que no se puede afirmar que las mujeres no tienen espacio en la política si casi un cuarto de las candidaturas son mujeres, aunque reconoce que persisten las barreras de entrada.
Izquierdo señala que una de las razones puede estar en la evaluación que se ha hecho del liderazgo femenino. “En el último tiempo, el liderazgo femenino generó una alta expectativa en cuanto a elección y una frustración en el ejercicio, por lo que, no es un buen momento para ellas”.
Explica que en el ejercicio del poder, en Chile, no se ha generado un efecto demostrativo como si ocurre en otros países del mundo, es decir, que acá, aunque se eligió a una Presidenta mujer no hubo mayores candidatas. “Esto debido a las carencias de las dos coaliciones y el cuestionamiento que se hace al liderazgo de la mandataria, así como el fracaso de las ministras mujeres, sobre todo, en el equipo político”, dice.
A esto se suma una barrera estructural y que dice relación con el tamaño de los distritos y comunas. Cuando son pequeños en número de electores, que es el caso de la mayoría, se eligen pocos cargos (6 concejales) lo que deja afuera a las mujeres; éstas reaparecen cuando las comunas eligen 8 o 10 concejales y se les puede incluir. Por lo mismo, hay más candidatas en las municipales que en las parlamentarias.
