El cariño fue el gran impulsor de la incursión como empresaria gastronómica de esta chef, primera generación del Culinary, con experiencia en España y Francia. Hace poco más de dos años que Alejandra Cerda (29 años, una hija) comenzó, gracias a una idea de quien hoy es su marido, una empresa que ofrece servicios culinarios para matrimonios, bautizos, cumpleaños y reuniones empresariales: Con Gusto& Ingenio.
A su regreso a Chile, luego de haber trabajado en Europa, se incorporó en el centro de cocina de una revista y allí trabajaba establemente hasta que nació su hija, y su futuro marido, que en ese tiempo se desempeñaba en un canal de televisión, le propuso la idea de que trabajaran juntos. "Él renunció a su trabajo y yo al mío y nos lanzamos al proyecto". El gran impulso tuvo mucho de cariño y de emociones: debían organizar el matrimonio de su hermana. Luego, comenzaron a dedicarse a eventos menores como cumpleaños y de a poco comenzaron a aventurarse con grandes fiestas, siempre respetando las ideas propuestas por sus clientes y ofreciendo un servicio completo. "Empezamos de a poco. Mi marido se preocupó de los temas legales, la página web, etc. Y así empezamos a promocionarnos, pero lo que más nos importaba era el boca a boca, que la gente nos comentara".
Reconoce que todo en su negocio lo ha ido ganando con la experiencia y que en un comienzo no fue fácil, sobre todo lo relacionado con las cantidades de comida, bebidas y tragos necesarias para cada evento. Ahora puede decir que es su propia jefa y que trabaja desde su casa. "Lo importante es que hay que tener mucha fe en lo que uno hace, y ponerle harto empeño. Si no crees en lo que estás haciendo, mejor no lo hagas".
Tres claves para tener éxito en un proyecto incipiente
1. Cumplir con lo prometido: Si por ejemplo a unos novios les prometes algo de tal forma, tiene que hacerse así y no hay que tirar las ideas al aire, hay que concretar cuando se da la palabra.
2. Estar actualizado: Siempre investigar; en este caso, sobre el mundo gastronómico que nos rodea, estar renovándose constantemente y que esta innovación no perjudique la calidad, o sea, que ésta siempre sea la misma. La calidad nos importa mucho y no transamos en eso.
3. Tener buena relación con el equipo: es demasiado importante. Hacerse un equipo bueno y estar en armonía es fundamental, y esto se logra con una buena comunicación.
