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Vinculan gen a la predisposición a las comidas grasas

Si sientes la necesidad de comer alimentos con aporte calórico excesivo, es posible que sea parte de la población que posee el gen FTO, que hace que las personas ingieran más calorías diarias de las que necesita el organismo.

14 de Enero de 2009 | 16:58 |
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Nueva York.- Los científicos podrían haber descubierto un motivo por el que algunas personas prefieren las papas fritas en vez de una manzana, y que estaría predeterminado por un gen que se ha vinculado con un aumento en el riesgo de obesidad, según una investigación publicada en el New England Journal of Medicine.

Un estudio a niños halló que quienes tenían una variante común del gen tendían a comer en exceso alimentos con muchas calorías. Ingerían 100 calorías extra por comida, lo que a la larga puede contribuir a incrementar su peso, dijo Colin Palmer, que condujo la investigación en la Universidad de Dundee en Escocia.

Palmer y sus colegas querían saber si el gen FTO también tenía que ver con el comportamiento al alimentarse, o si involucraba el modo en que el organismo quema calorías.

Es por eso que estudiaron a más de 2.700 niños escoceses de 4 a 10 años y los sometieron a exámenes exhaustivos, hasta descubrir que el gen, llamado FTO, estaba vinculado con la obesidad pero no sabían por qué.

La mayoría de los demás genes que se cree tienen incidencia sobre el peso corporal influyen sobre el apetito, y casi dos tercios de los niños presentaban al menos una copia de la variante genética, aproximadamente la misma proporción hallada en un estudio del año pasado a europeos blancos en su mayoría.

Esta investigación concluyó que los que tenían una copia de dicha variante tenían un riesgo mayor de obesidad del 30%, y los que tenían dos copias llegaban a casi el 70%.

Las conclusiones no significan que todos los que tengan esa versión del gen se excederán en la comida y se pondrán obesos, aclaró Palmer. Es sólo que podrían tener la tendencia a comer más alimentos grasos.

“Sigue siendo tu elección”, afirmó. “Este gen no te hará engordar si no comes de más”.

Palmer dijo que los resultados apoyan la teoría de que la obesidad infantil podría estar conectada con la gran disponibilidad y bajo costo de los alimentos ricos en calorías.

La investigación también halló que los niños con la variante genética no mostraban diferencias en las tasas metabólicas, los niveles de actividad física o la cantidad de alimento ingerido. “Lo único que pudimos encontrar fue el hecho de que comían alimentos mucho más ricos en calorías”, dijo Palmer.

Si bien los resultados del estudio apuntan a que hay una propensión genética al consumo de alimentos con mayor aporte calórico, lo cierto es que el combate a la obesidad es una cruzada personal y la recomendación para todos los pacientes es la misma, según el doctor Palmers “ingerir alimentos saludables y llevar una vida activa con rutinas de ejercicios”.