Estudios confirman que el Orlistat, más conocido como Xenical y otros, sólo consigue 1,8 kilo menos que los que toman placebo.
03 de Febrero de 2009 | 09:28 |
Chicago.- Los usuarios de Alli, el primer fármaco para perder peso aprobado para venderse sin receta médica en Estados Unidos, están encontrando lo que durante todo el tiempo sospecharon: las píldoras no son un sustituto mágico de la dieta y ejercicios.
Debido a la tradición de los estadounidenses de proponerse perder peso después del Año Nuevo, se espera que el mercado de productos de ayuda para las dietas permanezca firme, aún cuando la economía se sumerja en la recesión.
Los estadounidenses gastan anualmente 30.000 millones de dólares en productos y servicios para perder peso y dos tercios de la población tiene sobrepeso o es obesa.
Alli, una versión menos concentrada de Xenical que sólo se vende con receta médica, creó conmoción cuando fue aprobado hace 18 meses. Desde ese momento, ha sido conocido por sus efectos secundarios poco deseables, los que incluyen incontinencia, diarrea y flatulencia con "goteo aceitoso".
En Chile, el Orlistat, nombre genérico, se encuentra ahora en otras dos versiones además del Xenical. Se puede conseguir Viplena y Liberat, todos sin receta médica.
"Trabaja inhibiendo la absorción de la grasa en nuestra dieta. Así, la grasa sale en las deposiciones, causando diarrea, lo que no agrada a muchos pacientes", dijo Shirley TerMolen, un internista en Chicago.
Sin embargo, Donald Hensrud, especialista en control de peso en la Mayo Clinic, dijo que los efectos secundarios gastrointestinales son exagerados, pero agregó que el efecto planeado "también es sobrevalorado", pues las personas que tomaron el fármaco después de un año sólo perdieron 1,8 kilos más que el grupo placebo.
El estudio hecho dterminó que las personas que tomaron Xenical, la versión más fuerte que se vende sólo con prescripción médica, perdieron en promedio después de un año 2,2 a 3,2 kilos más en comparación con aquellos que tomaron un placebo.
Aún así, los expertos aseguran que una pérdida en el peso del 5 al 10 por ciento es una meta que vale la pena y un punto en donde la medicina mejora.
Mientras, Alastair Wood, que presidió la comisión de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos que investigó a Alli en el 2006, dijo no estar convencido de que éste sea utilizado por aquellas personas que realmente lo necesitan.
En algunos casos, las personas con desórdenes alimenticios abusan del medicamento, dijo.
"Es una yuxtaposición de la epidemia de la obesidad con la esperanza y expectativa de que podemos tratarla farmacológicamente", dijo Wood.