"Te quiero mucho, pero hoy no siento deseo” “estoy muy cansada, las niñitas se pueden despertar”, “mañana tengo una reunión y me tengo que concentrar”. Las excusas abundan, lo que falta, ganas.
Aunque también muchas veces las causas están en el descontento de la imagen personal y las habilidades físicas en relación al modelo actual de mujer tipo “Barbie”, delgada, exuberante, joven y autosuficiente.
Esta insatisfacción se amplifica cuando ocurren grandes cambios hormonales. “La maternidad, las primera reglas, el embarazo y parto y finalmente climaterio y menopausia producen una alteración del piso pélvico, rollitos indeseados y el fenómeno de triangulación con la pareja, donde la mujer deja de ser la amante y se trasforma en madre”, explica el Dr. Mauricio Salas, experto en sexualidad.
Afirma que la principal causa radica en la mujer es multivincular y se ocupa de los hijos, trabajo, marido, la casa y un largo etcétera.
“En el embarazo-post parto hay una caída brusca de hormonas. En el climaterio y la menopausia se produce caída de estrógenos y testosterona y aumenta la hormona SHBG, que liga las hormonas e impide que actúen, provocando baja de deseo y dolor con las relaciones sexuales y secundariamente baja de deseo sexual”.
Por lo tanto, indica que lo más recomendable es instruirse al respecto y cambiar el foco en la vida dándose tiempo para amar.
“En la actualidad las personas están ocupadas en trabajar y concentran sus energías en tener cosas, objetos materiales, más que en ser mejores personas y disfrutar la vida y lo enriquecedor de las relaciones de pareja, con lo cual pierden el deseo, no dejan tiempo para la pareja ni hacen cosas lúdicas”, señala.
Es que la sexualidad es diversión y juego y si eso se olvida, se cae en la rutina, en los comportamientos idénticos a través de los años y en el dejarse estar sin preocuparse por el físico o por los espacios de intimidad, donde hasta el gato está metido en la cama.
Reinventarse en el sexo
Otras de las causas posibles es que bajará la confianza sexual de la mujer es cuando hay problemas, malos entendidos, culpa, crítica, problemas de control, falta de comunicación, empatía o fracasos no resueltos.
Lo primero será solucionar esos inconvenientes, para luego dar paso a reanimar el deseo. Para ello, el especialista propone crear nuevos guiones de comportamiento, hacerlo en lugares diferentes, liberar a las parejas de las creencias irracionales respecto a las relaciones, como por ejemplo, que el hombre tiene que tener una erección o que las relaciones sexuales son solo con penetración vagina.
Más que tener sexo, hacer el amor. “Más que encontrar un príncipe azul o una princesa rosada como meta, tener o aspirar a una ‘relación azul’, con capacidad de resiliencia y ser proactivo cuando aparecen dificultades relacionales o sexuales”, aconseja.
Otras propuestas, las entrega el Dr. Cohen Praver, autor de “La nueva ciencia del amor: Cómo entender el cableado de su cerebro puede ayudar a reavivar su relación”. (The New Science of Love: How Understanding Your Brain's Wiring Can Help Rekindle Your Relationship, Sourcebooks: Casablanca, 2011).
Lo que enseña, va más allá de cambiar deseos sexuales en la pareja sino que invita a cambiar el comportamiento entre ambos. Comprendiendo, de partida, las diferencias cerebrales entre los dos.
“Los hombres están dotados con más testosterona por lo que excitarse y llegar a un orgasmo es mucho más rápido que las mujeres. La oxitocina y la vasopresina, los químicos del cerebro que velan por el amor, la lealtad, la amistad y el romance están fácilmente disponibles en las mujeres”. Esto significa, que los compañeros deben estimular el romance y escuchar las necesidades emocionales para ayudar a que ellas recuperen su confianza sexual.
Otras recomendaciones, válidas para ambos sexos son:
Fantasear: La acción comienza en la mente. La investigación muestra que la imaginación puede cambiar el cerebro y provocan la liberación de productos químicos que inducen amor. Por eso es importante, el diálogo sobre cuál es la escena visual que más los excita.
Establecer el escenario: Antes de que comience la excitación sexual, crear una instancia previa que puede ser aún más excitantes. Enviar mensajes de textos, correos electrónicos o llamadas telefónicas. Olvidarse de la modestia, ser explícito e incluso obsceno. “Dígale exactamente lo que gustaría que le hicieran y que te gustaría hacer con ella. Las neuronas y hormonas harán su trabajo”.
Nuevas experiencias: Animarse a practicar sexo tántrico, antiguos rituales hindúes o cualquier otro tipo de amor exótico.
El acto central: No olvidar compartir las sensaciones de éxtasis ni sentimientos en el acto sexual. Sólo entonces se puede entregar tanto el uno como al otro. “Deje que el calor penetre su cuerpo, su mente, su cerebro y llegue con afecto a su pareja a través de besos, la celebración de uno al otro y el susurro de palabras amorosas”.
Al finalizar: Una vez que haya experimentado el éxtasis del orgasmo deberá mantener la intimidad en el largo plazo. Recuerde, el amor duradero sin lujuria no hay una verdadera intimidad, al igual que una lujuria duradera sin amor, no es una verdadera intimidad.