1 de marzo y para la gran mayoría de los chilenos las vacaciones han llegado a su fin. La rutina en horarios, especialmente tiempos de sueño y de comidas, deja de ser relajado y todo el entorno nos devuelve a una realidad más ajustada y estresante.
El tema puede tornarse inmanejable antes de tiempo si no tomamos algunas medidas que nos ayuden a sobrellevar lo mejor posible el trabajo y las demás responsabilidades con habilidad.
La psicóloga Joanna Klaber de Clínica Avansalud entrega las claves para retomar la rutina y dejar atrás el estrés post vacaciones que suele afectar a niños y adultos.
1.- Ver el lado positivo de la vuelta al trabajo como una posibilidad de interacción y aprendizaje y, en el caso de los padres, traspasar esta idea a los niños. “Hay muchos papás que reclaman todo el día de su trabajo, de lo malos que son y de lo cansados que están y terminan por traspasarle al niño la idea de que volver a la rutina es algo muy negativo”, explica Klaber. Lo ideal es hacer cambio en la conducta y positivizar la vuelta al trabajo o clases.
2.- Reservar los últimos días de las vacaciones para regularizar los horarios de sueño y comidas. Para enfrentar el regreso en óptimas condiciones, si las vacaciones se hicieron fuera de Santiago lo ideal es no regresar el último día e incorporar cambios de forma paulatina.
“Si la persona se despertó muy tarde todos los días durante las vacaciones, es aconsejable ajustar el reloj unos minutos antes cada mañana y regularizar los horarios de las comidas. No se trata de ser masoquistas, pero sí facilitar el regreso a los horarios preestablecidos del colegio o el trabajo, así el cambio no es tan violento”, explica Klaber y agrega que “lo peor ocurre cuando las vacaciones terminan un día domingo y el lunes hay que volver inmediatamente al colegio/trabajo, porque el cambio resultará muy brusco”.
3.- Haber dejado hechos los pendientes antes de salir de vacaciones, ya que comprar los uniformes escolares apresuradamente a la vuelta o llegar el primer día y encontrarse con un cerro de tareas por hacer sólo contribuirá al estrés. “Es vital, antes de salir de vacaciones, cumplir con todos los pendientes, de otro modo estarán acumulados a la vuelta. Dentro de lo que se pueda, ojalá dejar hechas las tareas y, tanto adultos como niños, dejar algunos días para readaptarse con los ritmos biológicos y las actividades cotidianas”.
4.- No acaparar todos los deberes y pendientes el primer día, sino que distribuirlos en distintos días. “Es importante que cuando uno vuelva no se estrese ni trate de acaparar todo el primer día, sino que distribuir las tareas de una manera equitativa para no sentirse agobiado”.
5.- Compartir experiencias y anécdotas con compañeros y colegas, ya que ayuda a relajar el ambiente y enfocarse en lo positivo. Por último, es importante recordar que las vacaciones son un descanso para la mente y el cuerpo. Si se logró este objetivo, no debería haber mayores problemas con el retorno.