"Perfectamente equilibrada" se denomina el curso de una sola clase que el ortopedista británico Martin Bell ideó para enseñar a las mujeres a caminar correctamente en tacos altos y así evitar que muchas terminen con problemas crónicos en sus articulaciones.
El especialista creó el
curso porque se aburrió de que las féminas acudieran a él afectadas por fuertes dolores en sus espaldas y rodillas, gatillados por la forma en que se paran sobre sus zapatos favoritos.
Bell explicó a diversos medios de su país que el objetivo de su proyecto es tratar a las jóvenes antes de que comiencen a visitarlo en su clínica ubicada en un exclusivo centro de salud de Bristol. "Podemos hacer algo ahora para cambiar esto y mejorar su postura", afirmó.
El ortopedista agregó que cuando atiende a jóvenes que ocupan tacos altos, los problemas más frecuentes que presentan son rodillas débiles y dolor de espalda. "Trabajo con ellas para ver su fuerza física y tensión muscular, nuestras piernas absorben impactos, de manera que si no caminamos apropiadamente nos dolerán", sostuvo.
Así, en su curso el especialista enseña a las mujeres a usar en forma correcta los músculos de sus piernas y a combatir malos hábitos. Para trabajar filma a sus pacientes mientras caminan, y luego utiliza las imágenes para examinar cómo cada mujer ocupa sus piernas y espalda, lo que le da pistas para mejorar su postura y ayudarla a aliviar su dolor.
Luego, Martin Bell les da ejercicios específicos para fortalecer los músculos que estén más débiles y de esa forma mejorar su marcha.
Las clases pueden ser grupales (no más de ocho personas) o personalizadas, y se realizan sólo los viernes en la noche. El ortopedista les pide a sus alumnas que lleven un par de zapatos cómodos (pueden ser bajos) y un calzado de taco alto con el cual les resulte difícil caminar. Asimismo, les solicita que vistan ropa cómoda pero que deje ver sus curvas para analizar de mejor manera los movimientos de sus caderas.
Para jóvenes y no tantoAunque el especialista advierte que no existe una técnica que sirva a todas las mujeres, también señala que la sugerencia habitual que les hace a sus alumnas es pararse derechas y evitar bajar los hombros, lo que habitualmente implica contraer los músculos de piernas y glúteos, algo al parecer sencillo, pero no para todas.
"El problema es que si una joven nunca ha trotado, ido a un gimnasio o entrenado para mejorar el control de sus músculos y repentinamente se sube a un par de tacos, el cuerpo no puede entender qué es lo que sucede y ella piensa que puede caminar como si lo hiciera con un par de sandalias o
botas Ugg. Ella corre el riesgo de irse de cabeza igual que un ternero recién nacido", describió.
A sus clases -cuyo valor es de 95 libras (unos 72 mil pesos)- también asisten mujeres un poco más maduras, por lo general ejecutivas exitosas que se dan cuenta de que tienen compañeras de trabajo más jóvenes que caminan por todos lados con tacos altos, sin que éstos les causen ningún problema.
"Sienten que los tacos las empoderan, por lo que están desesperadas por usarlos, pero terminan con dolores que pueden llegar a paralizarlas", dijo Martin Bell.
No obstante, el ortopedista asegura que no es partidario de que las féminas abandonen por completo los tacos. "No digo que no son cosas fabulosas, desafortunadamente ellos son un mal necesario en la vida laboral", sostuvo.
"Al preguntar a las jóvenes, todas afirman que los tacos les dan altura y confianza. Dicen que hacen girar las cabezas, son dinámicos y más poderosos", señaló, y agregó: "Además, las mujeres tienden a sentirse más sexy con ellos, ya que instantáneamente les hacen ver sus piernas más largas".
"Sólo necesitan saber cómo caminar apropiadamente", concluyó.