Desde hoy encender un cigarro en bares, discotecas, restoranes o en cualquier espacio cerrado, ya es parte del pasado. El humo desaparecerá de lugares en los que permanentemente ha circulado. Así de rigurosa es la
ley antitabaco que comenzó a regir, por lo que si se quiere dejar de fumar, hay que conocer la gama de posibilidades para conseguirlo.
Hay un sinnúmero de métodos para escoger, que van desde medicamentos hasta tratamientos prolongados que suelen difundirse entre quienes intentan apagar el cigarrillo para siempre. Sin embargo, además de las
maneras tradicionales también hay formas menos conocidas que, dentro de su excentricidad, prometen disminuir las ansias por consumir tabaco. Por eso, acá te mostramos los métodos alternativos para terminar con el hábito de fumar.
Ritual de las cuatro lunas: Se aplica en sólo cuatro semanas y en coordinación con los ciclos lunares. El tercer día después del inicio de la luna nueva, es el día indicado para comenzar, puesto que se pueden controlar de mejor forma los deseos y la ansiedad. Durante la segunda semana, la de luna creciente, es recomendable comenzar una dieta saludable para evitar subir de peso o adquirir nuevas adicciones.
La luna llena, en tanto, provoca una mayor irritabilidad, por lo que las ganas de fumar pueden reaparecer. Para evitarlo, los baños de tina y los masajes son de gran utilidad. Finalmente, la luna menguante conlleva resultados. Termina el proceso con actividades desintoxicantes como el deporte.
Como es un mecanismo natural, no requiere de la asesoría de un experto, sólo se necesita la constancia. Si quieres más información, revisa aquí el
desglose y el origen de este método.
Acupuntura y láser: En el caso de la acupuntura, las agujas, puestas en lugares estratégicos del cuerpo, desbloquean las corrientes energéticas que borran la ansiedad por encender un cigarrillo. Son alrededor de 20 agujas que actúan en sesiones de media hora.
El láser, en cambio, se practica en una sola sesión en la que a través de la estimulación de puntos específicos de las manos y las orejas (tradicionales de la acupuntura), se liberan endorfinas que sedan al paciente y controlan sus ganas de fumar, eliminando la dependencia al tabaco.
El Colegio de Acupunturistas de Chile AG manifiesta que “el objetivo básico es recuperar el equilibrio energético del paciente, ya que las patologías siempre se inician por la mantención en el tiempo de un desequilibrio energético que puede tener un origen alimentario, emocional o ambiental”, entre otros, por lo que “fumar es un aviso que el organismo energético está enfermo”.
Fitoterapia: El uso de plantas con uso terapéutico ayuda a terminar con la adicción a fumar gracias a la tradicional raíz china kudzu, la lobelia y las tisanas. Beber dos o tres tazas de infusión de Kudzu, fortalece la estabilidad del paciente. En la misma cantidad, la lobelia, por su parte, estimula el sistema nervioso dado que contiene una sustancia similar a la nicotina.
Además, hacer una tisana hirviendo 15 minutos una cucharada de manzanilla y una de valeriana en un litro de agua, ayuda en la abstinencia, si se toma tibia y después de colar el líquido.
Teniendo acceso a estos elementos, cualquier persona puede preparar sus infusiones teniendo la precaución de respetar la dosis adecuada.
Hipnosis: esta terapia facilita la concentración en diferentes estímulos que no corresponden al tabaco, transforma la visión sobre el cigarrillo y anula la ansiedad que produce dejar de fumar.
“Las adicciones corresponden a la órbita afectiva. La persona entra en estado hipnótico y uno puede hacer anclajes para que la persona pueda cambiar su percepción respecto al cigarrillo, pero que lo asimile desde adentro”, explica el psicólogo hipnoterapeuta
José Luis Rojas.
El método, que se complementa con audios que inducen a la hipnosis, tiene una duración que depende de la facilidad del paciente para entrar en trance. “Si la persona necesita cuatro sesiones para entrar en estado hipnótico, probablemente, abandonar el cigarrillo le puede costar seis o siete sesiones A otra podría servirle una sesión y basta”, agrega Rojas.
Anillo: Un empresario británico creó un
anillo que se ubica entre los dedos con los que habitualmente se toma el cigarrillo, para evitar que se pueda fumar.
El aparato está hecho de silicona y promete terminar con diversos hábitos como beber, alimentarse en exceso o morderse las uñas. Todo, gracias a la dificultad para hacerlo debido a tener los nudillos unidos.
Flores de Bach: Este es un complemento para las terapias para dejar de fumar, que trabajan en base a las esencias florales. Aunque con la diversidad de esencias se pueden tratar múltiples afecciones, hay que saber cuáles ingerir para lograr el propósito. “La terapia floral no es un método para dejar de fumar, es una terapia alternativa que puede apoyar en este proceso, y dependerá de cada persona y de sus emociones”, señala la terapeuta floral Daniela Seguel.
Para dejar el tabaquismo las mejores esencias son Crab Apple, que desintoxica; Cheery Plum, que relaja y controla los anhelos por fumar; Chestnut Bud que ayuda a aprender de los errores; y Agrimony que estabiliza la preocupación y el descontrol por fumar, ayudando a mantener la calma.
Con el fin de adquirir la esencia más adecuada para cada persona, el paciente debe acercarse a un terapeuta floral y realizar el proceso de análisis previo para conocer las necesidades individuales, recordando que es sólo un complemento.