“Asqueroso”, “la ruina de la sociedad”, así han calificado algunas personas que han tenido la posibilidad de ver un nuevo producto de la enorme fábrica de reality shows del mundo, “Pregnant & Dating” (es decir ‘embarazada y en citas’).
Este es un programa estadounidense que comenzó a transmitirse hace unas semanas en el canal
WE TV, y que muestra las aventuras de cinco mujeres en cinta (Kiesha, Shana, Melissa, Megan y Rachel), mientras buscan el amor, mientras sus hijos crecen en sus vientres.
Sus defensores argumentan que ellas no están buscando a un padre para sus hijos, si no una compañía y ojalá un compañero de vida que las acompañe durante este enorme proceso, y ojalá por mucho tiempo más. Asimismo, aseguran que no andan en búsqueda de sexo.
Y es precisamente el tema de sus vidas íntimas el que ha encrespado los ánimos de los televidentes, que no han escatimado en calificativos para expresar lo “extraño” que les parece plantear el tema del sexo con otros hombres, en una mujer embarazada.
Sin embargo, en varios medios estadounidenses se ha defendido el real propósito de estas cinco mujeres, como en el
NY Daily News, donde se explica que el real objetivo de ellas es paliar la soledad durante su embarazo.
“Ellas no salen, como en los buenos tiempos, para seguir de fiesta. Lo hacen como mujeres que se han encontrado con una encrucijada, tal vez más difícil de lo que esperaban. Y ahora quieren al hombre correcto (…) No estamos sentados, riéndonos de estas mujeres. Queremos que consigan lo que necesitan. Solo que no estamos seguros de que lo lograrán”, dice una columna.
De igual forma, en el
New York Post, describen al programa como uno que está lejos de ser morboso, y que solo muestra la vida de cuatro mujeres reales, algunas de ellas de 40 años, que están solas y embarazadas por primera vez en sus vidas.
Sobre esta base, es posible ver durante los capítulos los cambios hormonales que las afectan, y cómo enfrentan las nuevas formas de sus cuerpos.
Shana Prevette, por ejemplo, es una ex modelo de trajes de baño, poco acostumbrada a la lencería extra grande que debe usar durante sus meses de embarazo, y que se muestra claramente desolada en las ecografías de su hijo, al constatar que el padre de éste no está presente.
Otro caso es el de Melissa Meister, una estilista de 43 años, que después de tratar incluso con la inseminación artificial, logró quedar embarazada de su pololo de tres años. Lamentablemente, cuando éste supo que sería padre, se fue de la ciudad. “A los dos meses de embarazo me fijé que él había puesto que estaba en una relación con otra persona en Facebook”, comentó la mujer.
Otra participante, Megan Aballi, es una mujer de 28 años que quedó embarazada de un hombre de la misma edad que su padre –y con el que salió por dos meses-, durante una fiesta que desbordaba en tequila.
Anthony, el padre de su hijo, ya no seguía con ella cuando supo de su embarazo, y consideró que lo mejor que podía hacer era un aborto.
“Tengo 28 años, soy exitosa, yo misma me mantengo (…) (Abortar) no era una opción para mí”, dijo la mujer a la revista
Cosmopolitan, agregando: “Sabía que quería quedarme con la guagua, pero también sabía que él no era el hombre para mí”.
Megan ha comentado en el programa que desde que está embarazada, siente que los hombres coquetean mucho más con ella, y que el sexo no es su objetivo al conocer a otros hombres. “El punto es encontrar a alguien con quien puedas pasar el tiempo y que pueda llegar a ser un compañero de vida, no (solo) alguien para tener relaciones durante las citas”.