No necesito un calendario para saber que ya empezó un nuevo año. Puedo saberlo por la ola de libros sobre nuevas dietas que llega en el correo oficial: más de dos docenas desde mediados de diciembre.
Tuve la curiosidad de pesarlos todos: más de 11 kilos de consejos en su mayoría malos, más o menos lo mismo que muchos lectores esperan perder antes de que tengan que deshacerse del disimulador efecto de la ropa invernal.
Entre las opciones están un plan bajo en carbohidratos que promete una pérdida de "hasta 6 kilos en dos semanas" en "La nueva Atkins más fácil", o la dieta Paleo en "Las cavernarias no engordan".
El Dr. Mike Moreno recomienda ayunos ocasionalmente "para darle un buen impulso a su pérdida de peso" en la "The 17 Day Diet Breakthrough Edition".
Quizá a usted le interese más desenterrar los secretos de las personas más esbeltas del mundo en "Queme la grasa, alimente al músculo", o aprender a identificar y reducir la alimentación emocional como se describe en "Pérdida de peso para personas que sienten demasiado" y "Supere los comilonas para tontitos".
¿Qué tal si activa "la capacidad de su cuerpo para quemar grasa y perder peso rápidamente" a través de "la Dieta de desintoxicación de la solución del azúcar de la sangre de 10 días?" Y sigue y sigue.
También me entero del año nuevo por comentarios en los vestidores del centro Y: los despilfarros de los días feriados ya terminaron, y el día del juicio ha llegado. Oído casualmente el 1 de enero: "Voy a hacer ejercicio todo los días. Tengo que deshacerme de estos kilos".
Pero, ni la plétora de libros sobre dietas ni las resoluciones anuales son buenos indicadores de una pérdida de peso permanente.
En primer lugar, si cualquiera de las veintenas de planes dietarios publicados en años recientes hubiera dado como resultado una perdurable pérdida de peso para las crecientes filas de esperanzados, no habría habido necesidad de incluso otro lote, incluidas las que inevitablemente llegarán en diciembre.
En segundo lugar, como respondió un miembro de la Y de edad madura, quien ha mantenido una pérdida de 8.8 kilos durante varios años, a la promesa de ejercitarse: "El ejercicio por sí solo no lo logrará. Para perder peso, se debe comer menos".
Ella aprendió eso, dijo, en Weight Watchers después de casi agotar su cuerpo intentando perder peso tan solo mediante el ejercicio. Actualmente no solo come menos, sino también diferente, habiendo reemplazado muchos alimentos y bocadillos de alto contenido de azúcar y almidones refinados por opciones más nutritivas.
Otro éxito de Weight Watchers, un amigo que ronda los 70 años y bajó 11 kilos, come la misma comida que siempre ha comido, solo que ahora lo hace en cantidades un poco menores.
Aprendió a reconocer la saciedad - sensación que ha tenido ya bastante - y a confiar en eso en vez de una sensación de estar lleno para indicar el final de sus comidas. Claramente no existe una sola senda para la pérdida permanente de peso que funcione para todos.
Las normas más recientes para médicos hacen énfasis en que una dieta baja en calorías debe delinearse con base en las preferencias dietéticas y combinarse con "amplias intervenciones en el estilo de vida" que, idealmente, incluirían la participación en un programa dirigido por profesionales durante seis meses o más.
Los cambios radicales y abruptos en la dieta rara vez se mantienen. La gente se cansa al poco tiempo de las restricciones y recae a sus viejos hábitos alimentarios.
Los hábitos no se adquieren de la noche a la mañana, y tampoco debería esperarse que se puedan inculcar nuevos de un día para otro.
John P. Foreyt, director del Centro de Investigación de Medicina Conductista en la facultad de medicina de Baylor, aconseja a quienes planeen seguir una dieta que primero sean conscientes de sus malos hábitos al comer y sus hábitos en el ejercicio, y después encuentren formas de modificarlos lentamente hasta que sean nuevos y más saludables.
Los pequeños cambios pueden terminar marcando una gran diferencia. Una es evitar saltarse comidas. Coma un nutritivo desayuno cada día y un saludable bocadillo o comida cada pocas horas. Yo como nueces a media mañana y un bísquet digestivo a media tarde.
La idea es evitar que uno termine famélico y perdiendo el control sobre su consumo en la siguiente comida.
Secretos infalibles
- Coma lentamente - a su cerebro le toma 20 minutos registrar que está satisfecho - y en platos más pequeños con un tercio a un quinto menos de comida de lo acostumbrado.
- Llene la mayoría del plato con alimentos como vegetales y ensaladas que sean ricas en nutrientes en vez de calorías.
- Opte por carbohidratos densos en nutrientes como frijoles y granos enteros por encima de los refinados. Si, con todo, usted cree que una comida no es comida sin papas, arroz, pan o (dios no lo quiera) postre, por favor inclúyalos. pero en cantidades controladas.
- Beba agua o una bebida exenta de calorías con sus comidas. Si bebe alcohol, limítese a un trago al día.
-Yo añoro algo dulce después de comer y la fruta no siempre basta. Entre mis postres favoritos están una galleta graham (65 calorías en dos cuadrados) y dos bísquets de chocolate oscuro Bahlsen Afrika (45 calorías).
-Si usted tiene una fijación oral, intente mascar goma sin azúcar. O coma fruta como un albaricoque o pasas con semillas, después chupe estas últimas durante la siguiente hora, aproximadamente.
-Haga del ejercicio físico una actividad diaria. Decida cada día qué hacer en vez de si lo hace o no.
Los 4,200 miembros del Registro Nacional de Control de Peso (sus miembros han perdido en promedio 29.5 kilos y mantenido su peso durante seis años) suelen ejercitarse en sesiones de 60 a 90 minutos al día, a menudo divididas en varias sesiones más pequeñas; la caminata es su actividad más popular.
Líderes del registro informan que las personas que han mantenido su pérdida de peso exitosamente come típicamente una dieta baja en grasa (25 por ciento de calorías diarias) y alta en carbohidratos, con 56 por ciento de sus calorías derivadas de carbohidratos como granos integrales, frijoles y vegetales.
Quizá lo más revelador es que los miembros del registro se pesan con regularidad. Muchos se suben a la báscula todos los días. Lo mejor probablemente sea pesarse semanalmente, como lo recomienda Weight Watchers, mientras se pierde peso.
Sin embargo, para mantener el peso, una revisión diaria puede suministrar una advertencia temprana para reducir un poco cuando usted sube de 500 gramos a un kilo. Es mucho más difícil perder 2.2 kilos que vuelven los pantalones demasiado apretados.
Miembros del registro reconocen sin problema alguno que, contrariamente a los alegatos en muchos libros de dietas, la efectiva pérdida y mantenimiento de peso no son fáciles.
La mayoría logró el éxito cuando renunció a "ponerse a dieta" y adoptó un pan sensato de comida y ejercicio que pudieran seguir con comodidad durante el resto de sus vidas.