Son de esas historias de amor algo únicas, pero que sus protagonistas esperan que se repitan alrededor del mundo, al menos en cuanto a solidaridad con el prójimo: una mujer de Kentucky, EE.UU., decidió donarle un riñón a un completo desconocido, del que terminó enamorándose, y hoy ya esperan su primer hijo y planean el matrimonio.
"Jamás habría imaginado que esto podría pasar", comentó a un
medio local de Jeffersontown, Kentucky, Ashley McIntyre, con los ojos llenos de lágrimas, mientras tomaba la mano de su ahora pareja, Danny Robinson.
Fue en enero del año pasado que la madre de Ashley, Kim, escuchó al propio Danny contando su caso en una radio local. Su historia hablaba de cómo un hombre de 25 años había sido diagnosticado a los 16 con nefropatía por IgA, conocida como 'enfermedad de Berger', y que se da cuando esta proteína, la IgA -que ayuda a combatir infecciones-, se acumula en gran cantidad en los riñones, dañando e inflamando las estructuras de éste.
Esta situación obligaba a Danny a someterse a una diálisis de cuatro horas, tres veces por semana. Y pese a que su familia estaba dispuesta a donarle un riñón para mejorar así su calidad de vida, nadie había resultado ser compatible con él, por lo que había pasado los últimos dos años en lista de espera para un trasplante en su país.
"Él era tan joven, y ya había perdido a su padre por un cáncer. Era devastadora (su historia)", comentó Ashley, quien, una vez que se enteró del caso, escribió a la radio en la que habló Danny para saber más datos y se puso en contacto con la gente del programa de trasplantes de la Universidad de Kentucky.
Tras hacerse muchos exámenes de compatibilidad -orina, sangre- y hasta un test psicológico, Ashley se iba sorprendiendo cómo las cosas se iban dando solas para que ella se transformara en la donante idónea para Danny. "Pensé que esto no podía ser coincidencia", relató.
La decisión de Ashley no dejó de llamar la atención de los médicos a cargo de la salud de Danny. De hecho, según explicó el coordinador de trasplantes de la Universidad de Kentucky, Todd Maynard, apenas el 1% de los donantes que hay anualmente de riñón son personas que no conocen al paciente.
En Chile, solo el año pasado se registraron 212 trasplantes de riñón. Sin embargo, no existen datos de donantes vivos desconocidos, ya que la ley chilena no permite que este tipo de donaciones sean hechas por personas que no sean familiares consanguíneos o por adopción, cónyuge o persona que conviva con el paciente que necesita el órgano.
Tal como lo informó María Julia Muñoz, coordinadora general de la
Corporación del Trasplante, toda persona en vida puede donar un órgano, sin embargo, se exige lo antes señalado por ley.
De los órganos que pueden ser dados por un donante vivo en Chile, pueden ser un riñón completo, un segmento del hígado, pulmón, intestino y páncreas. Y según
señala el Ministerio de Salud, el donante debe ser mayor de 18 años y el procedimiento al que se someterá, no debe impedirle "continuar su vida con un buen estado de salud".
A la fecha, un total de mil 370 pacientes se encuentran en lista de espera, según datos de la Corporación del Trasplante.
Dar vida, dar amor
"Sé que ser un donante en vida no es posible para mucha gente, pero es algo que vale la pena replantearse. Incluso, si no es una opción, la gente podría informar en su licencia que sí donará (al fallecer). Es un acto humanitario, algo que le puede cambiar la vida a otra persona", reflexionó Ashley, quien, continuando con la narración de su historia de amor, comentó que en un comienzo no quiso conocer a Danny hasta saber que el trasplante se llevaría a cabo.
Cuando las familias de ambos se reunieron, teniendo todos los requerimientos médicos al día, los dos conectaron de inmediato. Así comenzaron las llamadas y mensajes, y formaron un buen equipo juntando donaciones para los gastos hospitalarios que ambos enfrentarían.
Sus amigos los molestaban, diciéndoles que terminarían saliendo juntos, pero ambos tenían miedo de que un romance complicara las cosas si es que finalmente, el trasplante no lograba ser un éxito. Pero todo salió a la perfección ese 17 de abril del año pasado.
Mientras Danny hoy vive con tres riñones, dos que no funcionan y el de Ashley, su expectativa de vida pasó de ser de 15 años más de vida mientras se sometía a las diálisis, a 25, 30 y hasta más. Y su querida donante, según el mismo Maynard comentó, podrá llevar una vida completamente normal. Tanto así, que luego de comenzar a pololear con Danny en mayo pasado, hoy está embarazada y los dos esperan para junio próximo la llegada de su hija Berkli.
Y no solo eso. En navidad, mientras abrían los regalos en la casa de la madre de Danny, él la sorprendió sacando de su bolsillo una cajita con un anillo, y poniéndose de rodillas le pidió a Ashley que se casara con él.
"Es una locura pensar en cómo sucedió todo. Creo que estaba planeado por Dios", comentó la futura madre junto a su novio, quien asegura sentir 10 veces más energía que antes del trasplante y está agradecido de tener de vuelta la calidad de vida y por supuesto, una familia.