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¿Vergüenza?, ya no. La pediculosis es tan común que escapa a cualquier clase y condición social, porque hasta el colegio más respingado y el más sencillo no se salva de tener en sus salas a estos parásitos no deseados.
Es que los niños en edad escolar y en los jardines infantiles son como “cunas” para que los piojos se alimenten y crezcan con su conocida proliferad.
“En general la infestación por pediculosis se produce en época escolar cuando los niños están juntos y comparten más y es frecuente que se generen peak en otoño e invierno”, afirma el doctor Andrés Figueroa, dermatólogo de Clínica Avansalud y miembro de Sochiderm.
A su juicio, los más expuestos son las niñas con pelo largo y los niños que comparten gorros, pinches, peinetas y cintillos. Aunque dice que los niños con pelo corto también se pueden contagiar, porque basta con 1 ó 2 mm. de pelo para que se produzca el contagio.
“Otro factor de riesgo es que los niños andan abrazados frecuentemente y que juegan juntando cabeza con cabeza ahora es un mito que los piojos salten o vuelen, solo caminan”, añade.
Además, el doctor Figueroa indica que cualquier niño se puede contagiar y que es falso que su contagio esté asociado a un desequilibrio del estado inmune o con problemas emocionales.
“El problema está en que son fácilmente transmisibles, es decir, basta que un niño de un curso esté infestado para que se contagien los demás”, afirma.
En este sentido, sostiene el doctor, como los piojos se transmiten por contacto directo, basta solo un par de segundos para que el parasito pase de una cabeza a otra. Por lo tanto, los tratamientos serán efectivos si se aplican correctamente.
Sin embargo, la reinfestación se producirá cuando en el curso haya otro niño infestado que contagia nuevamente a los demás. “Además de tratar al hijo es fundamental que el apoderado comunique que su hijo tenía pediculosis para que los padres se fijen y también traten a sus hijos a fin de detener el contagio y evitar la reinfestación”, enfatiza el especialista.
En esa misma línea comenta que si alguien de un grupo familiar está contagiado, el tratamiento se debe aplicar a todos los miembros del hogar aunque no presenten síntomas.
Qué no usar
Bencina, parafina ni lindano. Ninguno de estos tres productos se recomienda como tratamiento aunque antaño se hayan usado. El lindano está prohibido actualmente porque es neurotóxico y tampoco el uso de bencina porque es un combustible.
“El lindano es un insecticida organoclorado que es tóxico y puede ser moderadamente peligroso para los seres humanos si se manipula en forma incorrecta o sin precaución”, comenta la doctora Virgina Socías, directora médica del Laboratorio Chile.
Entonces lo más acertado será el uso de un insecticida en loción o en fármacos orales con ivermectina. “Desde el día 1 de tratamiento hay que proceder también a la extracción mecánica manual, con peine delgado de las liendres”, aconseja el doctor Andrés Figueroa.
Aparte derriba el mito de que cortarse el pelo o raparse es la mejor solución.
Consejos para la prevención de la pediculosis
Los piojos se alimentan de sangre humana, miden entre 2 y 3 cm, son alargados con 6 patas, sin alas, de color marrón grisáceo, que viven alrededor de 30 días en la cabeza. Cada piojo hembra puede llegar a poner un promedio de 6 por noche y que las larvas eclosionan del huevo a los 7 días y que en 7 días más éstas se convierten en adultos.
De todas maneras, el mayor problema de la pediculosis es detectarla a tiempo y comenzar con el tratamiento correcto para eliminar los piojos definitivamente. “Estos parásitos sobreviven al calor y la humedad, se alimentan de sangre y pueden llegar a colocar hasta diez huevos al día, de los que nace una liendre las que crecen y se convierten en piojos y así comienza el ciclo nuevamente”, advierte.
Para evitar que estos parásitos sigan viviendo y propagando en la cabeza de sus hijos mejor sigan estos prácticas recomendaciones:
Shampoos especiales: que contengan los principios activos Deltrametrina y Piperonil Butóxido, componentes inocuos para la salud de los niños y altamente efectivos en la erradicación de los piojos, de acuerdo a lo que afirma la doctora.
Usar vinagre: Se recomienda una cucharada de vinagre de manzana como medida preventiva para evitar el contagio, porque es un repelente natural. Si tiene ya piojos, poner en un vaso de agua la misma cantidad de vinagre se mezcla y se aplica. Poner un gorro, dejar por dos horas, lavar la cabeza y pasar el peine fino.
Desinfección de la ropa, sábanas, funda del sofá, toallas y, principalmente, de los peines o cepillos de pelo: Se aconseja sumergir las prendas en agua caliente a unos 50 grados de temperatura durante cinco minutos. En el caso de los cepillos el agua debe estar hirviendo, y deben permanecer diez minutos. Los peluches lavarlos o dejarlos en bolsas cerradas durante 10 días. Las fundas de almohadas plancharlas todos los días.
Peinado con liendrera: Un peine especial con púas largas, de 3 a 5 cm, de metal o plástico y con separación muy estrecha entre ellas, aproximadamente 1 mm. Se aconseja utilizarla en pelo mojado o impregnado en crema suavizante para dificultar los movimientos del piojo.
Liendreras eléctricas: Matan los piojos cuando los atrapan entre sus púas. Deben utilizarse con el cabello seco.
Aceites esenciales: La aromaterapia propone colocar en el champú diario o bálsamo 5 gotas de aceite esencial de citronella, 7 gotas de eucalipto y 5 gotas de mejorana y aplica en forma diaria.
Hojas de eucalipto: Hervir hojas de eucalipto en un litro de agua por 15 minutos. Luego, agregar el jugo de un limón. Aplicar con suaves masajes y dejar 30 minutos. Después, enjuagar y lavar el cabello.
Pepas de chirimoya y aceite de almendras: Secar y moler hasta reducir a polvo las pepitas negras de la chirimoya y mezclar con 2 cucharadas de aceite de almendra. Aplicar sobre la cabeza, cubrir con un gorro plástico y lavar la cabeza a la mañana siguiente.
Para la picazón: Mezclar 3 gotas de aceite del árbol del té en el champú y aplicar mediante una mota de algodón en el cuero cabelludo durante algunos minutos antes del lavado.