A partir de los 45 años, el metabolismo se hace más lento y los músculos naturalmente son reemplazados por grasa. Asimismo, la actividad física disminuye, aunque las personas tienden a seguir comiendo lo mismo que cuando eran jóvenes. La consecuencia de todo esto es un inevitable aumento de peso.
Sin embargo, un reciente estudio demostró que existen algunos alimentos cuyo consumo previene la ganancia de kilos en la mitad de la vida, en tanto que otros empeoran esta realidad. Además, la combinación de ellos también hace una gran diferencia.
La investigación fue realizada por un equipo de la Escuela Friedman de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Tufts en Boston, Estados Unidos, y sus resultados fueron publicados por la "Revista Americana de Nutrición Clínica".
¿Cuáles fueron los hallazgos? Los científicos determinaron que:
- El consumo de carnes rojas y carnes procesadas está fuertemente asociado a la ganancia de peso.
- El consumo de yogurt, pescado, pollo sin piel y frutos secos, está estrechamente relacionado con la pérdida de peso.
- El consumo de otros productos lácteos, tanto enteros como descremados, no está asociado ni con el aumento ni con la pérdida de peso.
Asimismo, los autores descubrieron una estrecha relación entre los alimentos ricos en proteínas y los cambios de carga glicémica de la dieta. De esta manera, comer carnes rojas con carbohidratos de baja calidad -como el pan blanco-, influye en el aumento de peso; pero si los carbohidratos se reemplazan, por ejemplo, con vegetales, la incidencia en los kilos no es tan importante.
Por otra parte, si alimentos como el yogurt, pescado, frutos secos, etc. se combinan con productos de baja carga glicémica, la pérdida de peso se maximizará.
"Nuestro estudio se suma a las nuevas investigaciones que apuntan a que contar calorías no es la estrategia más efectiva para el manejo del peso a largo plazo", concluyó Dariush Mozaffarian, principal autor del estudio.