Una paciente con esclerosis múltiple trabaja en su rehabilitación en plataforma Zebris, con visualización en pantalla.
Se estima que en Chile en son tres mil las personas que viven con esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central por causas que aún no están claras, aunque se cree que el culpable de su aparición es un virus, un defecto genético o ambos, además de factores ambientales.
En este sentido, se trata de una patología que tiene una alta prevalencia en América del Norte y Europa; intermedia en gran parte de Latinoamérica, y baja en Asia y gran parte de África. Asimismo, afecta más a mujeres que a hombres, siendo diagnosticada comúnmente entre los 20 y 40 años.
"La esclerosis múltiple es causada por el daño a la vaina de mielina, cubierta protectora que rodea a las neuronas, provocando que los impulsos nerviosos disminuyan o se detengan", explica Alejandro Rodríguez, médico fisiatra de Clínica Los Coihues. El especialista agrega que este daño es causado por una inflamación que ocurre cuando las células inmunitarias del propio cuerpo atacan el sistema nervioso.
Sus síntomas más comunes son debilidad muscular, fatiga, rigidez, problemas vesicales e intestinales, dolor, alternaciones cognitivas, trastornos del ánimo y disfunción sexual, entre otros.
Es una enfermedad progresiva, de curso fluctuante e impredecible, pudiendo inicialmente tener recuperación espontánea de los déficits. "Pero, las lesiones son igualmente acumulativas, por lo que a lo largo del tiempo es muy probable que aparezcan nuevos déficits", advierte Rodríguez.
Novedades en su tratamiento
La esclerosis múltiple no tiene cura y es por esto que los esfuerzos se centran en su tratamiento. Es así como la llamada neurorrehabilitación cobra especial relevancia para que quienes la sufren puedan enfrentar de mejor manera la vida, ya que implica un enfoque integral de la enfermedad, tanto en lo físico como psicológico.
En el primer aspecto se fortalecen músculos, se favorece el equilibrio, se trabaja la elasticidad, etc., todo con el apoyo de modernas tecnologías como trabajo en plataforma Zebris -una trotadora con soporte especial de peso y realidad virtual- y APDM –sistema de análisis de movimiento-, uso de órtesis e incluso inyecciones de toxina botulínica para devolver la tonicidad al músculo.
En cuanto al apoyo psicológico, éste también es fundamental, ya que el carácter imprevisible de la esclerosis múltiple produce una tensión nerviosa muy difícil de superar para la mayoría de las personas.
"Todos los cambios y pérdidas, así como la consiguiente incertidumbre o inseguridad que ellos conllevan, provocan la aparición de diversos trastornos psicológicos que exceden el nivel de angustia y malestar considerado como normal ante una enfermedad crónica", explica Adolfo Villalón, sicólogo clínico de Psicokine.
De esta manera, entre los trastornos psicológicos de quienes padecen esclerosis múltiple, los más frecuentes son la depresión y/o ansiedad.
En cuanto al aspecto farmacológico del tratamiento, recientemente llegó a Chile TECFIDERA, un medicamento efectivo para esclerosis múltiple recurrente-remitente, que es la forma más común en que se presenta la enfermedad.
El fármaco ha tenido resultados positivos en la reducción de actividad de la patología, incluso en la ocurrencia de episodios y desarrollo de lesiones en el cerebro. Asimismo, tiene una alta seguridad y tolerabilidad, lo que se traduce en que quienes lo toman no necesitan monitoreos adicionales a los de plataforma, como hemograma, de función renal y hepática.