Las mujeres le solicitaron a Ban Ki-moon que utilizara su influencia para que les devuelvan una vida "normal".
Chrdnet.com
BEIJING.- El Gobierno chino rechazó hoy que la ONU interceda por la liberación "completa" de las cinco feministas chinas que fueron detenidas el pasado marzo durante 37 días y que permanecen bajo investigación y estricto control.
Así lo manifestó hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Hua Chunying, en respuesta a la carta enviada por las feministas al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que le pedían que utilizara su influencia para que les devuelvan una vida "normal".
"Nos oponemos a que otro país u organismo internacional interfiera en los asuntos judiciales de China bajo ninguna circunstancia o excusa", señaló Hua una rueda de prensa en Beijing.
La portavoz insistió en que China es un Estado de Derecho y que son las autoridades judiciales chinas en quienes recae la gestión del caso de acorde a la ley del país.
Las cinco jóvenes fueron arrestadas un día antes del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, en el que tenían previsto repartir información en contra las agresiones sexuales en el transporte público en Beijing y otras ciudades del país.
Hoy, cuando se cumplen cuatro meses desde su detención, las cinco defensoras de la mujer siguen siendo consideradas "sospechosas" por la Justicia por lo que están sometidas a una fuerte vigilancia y control, con numerosas llamadas de la Policía, visitas de las autoridades a sus casas o amenazas, según denunciaron. "No podemos salir del país e incluso no podemos salir de nuestra ciudad sin informar al Gobierno. Sólo queremos volver a nuestra vida normal sin tener estas limitaciones", explicó Li Tingting, quien junto a Wei Tingting, Wu Rongrong, Wang Man y Zheng Churan, escribieron la carta dirigida a la ONU.
En concreto, las cinco feministas, cuyo arresto en marzo provocó la mayor campaña de protesta local e internacional vivida en años, piden a Ban Ki-moon y a la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, que les ayude a que las autoridades judiciales del país cierren su caso.
Su arresto ha supuesto un duro golpe para la comunidad feminista en China, que ahora siente miedo a salir a la calle a protagonizar nuevas campañas en defensa de la mujer por la incertidumbre de no saber "dónde está la línea roja del Gobierno", según señaló Li Tingting, una de las feministas más reconocidas en el país.
