La semana pasada,
varios medios informaron sobre la publicación en un sitio web de una carta en la que una mujer anónima de 26 años desafiaba a los activistas pro vida a reunir para ella un millón de dólares, o de lo contrario abortaría al supuesto hijo que esperaba.
La estadounidense señalaba que comenzaría a aceptar las donaciones el 7 de julio y que si 72 horas después no alcanzaba la meta, viajaría a su Estado natal a terminar con la gestación. En cambio, si lograba reunir el millón de dólares, pondría el dinero en un fondo fiducidiario al que el niño o la niña -que daría en adopción- accedería a los 21 años.
Sin embargo, ayer en el mismo sitio web donde fue publicada la carta apareció una aclaración que indica que la página en realidad es un extracto de "Strange Animals", el último libro del escritor estadounidense Chad Kultgen, es decir, era sólo un truco publicitario.
La novela cuenta la historia de Karen Halloway, una estudiante de filosofía que busca un tema para su tesis cuando repentinamente queda embarazada. Entonces decide hacer el experimento de recolección de fondos para poner a prueba a los pro vida.
Pero usar el engaño para hacer publicidad no es inusual. De hecho, en mayo se
viralizó una grabación en la que una camarera rusa golpeaba fuertemente a un cliente que intentaba sobrepasarse con ella y lo dejaba tirado en el suelo.
El video alcanzó más de 8 millones de visitas, pero
tres días después se aclaró que quienes participaban en él eran actores y que todo había sido hecho para lograr publicidad gratis para un bar.