Lo presentado en NY, fue la colección primavera/verano 2016 que la marca enseñó en Milán en junio pasado.
EFE
NUEVA YORK.- La línea masculina de Calvin Klein Collection en la Semana de la Moda para Hombres de Nueva York sacó el lado más juguetón de una firma siempre minimalista, mostrando sin modelos ni pasarela, sino que a modo de tienda, los diseños presentados en Milán, en junio pasado.
En las oficinas de Calvin Klein Collection en el centro de Manhattan se vio ayer la mejor ropa de la marca, impecable como de costumbre, con un plus de ingenio en los tejidos y de ironía en el patronaje. Y la falta de modelos en la exhibición, permitió una gran oportunidad de interacción con los diseños y los tejidos fundamentalmente a compradores y, de rebote, al resto de los asistentes, entre ellos la prensa.
Por un lado, esta colección subraya la tendencia apuntada el lunes por diseñadores como el hondureño Carlos Campos: el hombre que viene en 2016 también se va, porque es un forastero –como llamó Campos a su colección-, viajero, curioso. Y por su parte, Calvin Klein Collection, que siempre ha disfrutado con las estructuras geométricas, mostró bolsillos safari, mochilas, y mucho de color caqui y tejido duro.
Asimismo, no dudó en jugar con el zapato-sandalia o en mezclar las chalas de hombre con velcro y calcetines, algo que para la alegría de la gente mayor de Chile y tal vez, el desagrado de algunos férreos enemigos de esta usanza, es lo que se lleva en este verano boreal.
Ilusiones textiles
Una de las características destacadas por agencias como EFE, fueron las ilusiones con las que parece haber jugado el equipo creativo de la marca, con cinturones que no sujetan, sino que caen como correas puenteando las trabillas del pantalón, y con chalecos que no abrigan ni cubren, pues transparentan el diseño de la camiseta que va pegada a la piel.
En cuanto a los tejidos, llamó la atención que se utilizara una lana que parecía apretarse y hacerse tan dura que parecía loneta, de la misma manera que en una fascinante mezcla de algodón, poliéster y poliamida dieron como resultado camisetas que dieron sensación de embalaje, de espuma para material sensible.
En el color, el recorrido va del citado caqui y el denim al verde, que evoluciona desde las chaquetas con un dejo militar a los abrigos trench con ecos del movimiento mod, de finales de la década del 50.
Nada es lo que parece en esta colección, de la misma manera que esta Semana de la Moda de Nueva York tampoco aparenta ser más que una feria textil. Según señala la prensa, más esfuerzo de puesta en escena se vio en esas marcas para las que la creación de esta separación por sexos en la Fashion Week sí que ha sido el fruto de una larga lucha y de una nueva oportunidad de mercado.