Los comentarios fueron desatados -como pasa muy frecuentemente por estos días- luego de la publicación de una foto en Instagram. En enero de este año, una imagen que mostraba a Malia Obama, la hija mayor del presidente de Estados Unidos, apareció en la cuenta de la red social de la banda de hiphop "Pro Era", de la que ella es fan.
El post causó impacto por dos motivos: Porque es una de las pocas apariciones de la hija del mandatario en redes sociales (algo que tiene prohibido) y lo mucho que ha crecido y el notorio cambio que ha experimentado su imagen. La fotografía generó amplia cobertura en los medios de comunicación y obtuvo más de 6 mil "me gusta" y cientos de comentarios.
Desde ese momento, los ojos los especialistas en moda y espectáculos empezaron a mostrar interés por Malia, que a todas luces parece seguir los pasos de su madre y no parece molestarle imponer su estilo entre las jóvenes de ese país.
La revista Time la ubicó entre los 25 jóvenes más influyentes de ese país. Claro, gran parte de los argumentos que le valieron la nominación tienen que ver con que es la hija mayor del "hombre más poderoso del planeta". Sin embargo, el alcance de su imagen va más allá de lo político. El mercado parece apoyar este argumento: la ropa que Malia utiliza en distintos eventos sociales se vuelve lo más popular en las tiendas que la ofrecen.
Durante una visita oficial de la familia a Londres, la joven apareció en un vestido azul con estampado de girasoles de Alice & Olivia. Stacey Bendet, fundadora de la marca, comentó que notó que poco después del evento la prenda se agotó y agregó: "Malia es una figura de la moda que está floreciendo, pero ya muestra su elegancia".
La prestigiosa revista Vogue también le dedicó algunas palabras durante otro viaje del grupo Obama. Uno de sus editores la comparó con su madre, Michelle y escribió: "Fue Malia la que se robó el show con una serie de combinaciones simples e impecables".
Otras publicaciones también han alabado sus elecciones a la hora de vestir. Teen Vogue calificó una de sus tenidas como "el perfecto vestido de verano", en referencia a un moderno top que usó para una visita a la casa del primer ministro británico. Deborah Lloyd, directora de Kate Spade, una casa de modas con sede en Nueva York, comentó que la mayor de las hijas del mandatario es una de sus clientas y que "ya se puede ver su estilo en las decisiones que toma a la hora de comprar: una mezcla de exclusividad con prendas más accesibles".
Esa, justamente, ha sido una de las claves del éxito que su madre ha tenido y que le han valido los halagos de los expertos en moda. Michelle ocupó muchas portadas de publicaciones de moda en 2008, cuando se convirtió en primera dama, por mezclar a la perfección costosas prendas de diseñador, con piezas de bajo costo, compradas en tiendas y supermercados de Estados Unidos.