PARÍS.- El África tribal inspiró una inesperada colección primavera-verano al clásico Valentino, mientras que Agnés B. trajo una mirada retrospectiva de sus 40 años de creación.
Estampados étnicos omnipresentes, largas túnicas sostenidas por collares de madera o terracotta: para el próximo verano, Valentino propone una inmersión en el África tribal, inspiradora de "vibrante pureza" y autenticidad.
Al frente de la colección, el dúo Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli preconiza "un retorno a los orígenes para cambiar de perspectiva", celebrando "la analogía como antídoto contra la despersonalización numérica".
En cerca de 80 modelos, la colección con aires de alta costura, llena de gracia, energía y sensualidad, puso en práctica esa opción estética, junto a abundantes vestidos fluidos, a menudo con capas e incluso cola, para lograr siluetas reales de simplicidad ancestral. La paleta es típicamente africana: Tierra de Siena, marfil, ébano, beige, verde oscuro.
Una Agnès B. mirando el pasado
Hace 40 años que Agnès Troublé abrió su primera tienda en el barrio central de Les Halles de París. "Década tras década, no hice 'moda' sino que más bien intenté crear un estilo", dijo la diseñadora de 73 años en un mensaje a los invitados.
La colección, explicó, "refleja esa creación linear y obstinada que hace que la ropa por su sencillez y su pureza de líneas se vuelva intemporal".
La prolífica colección revisitó el pasado con algunas referencias a la era hippie e incluso algún toque medieval. Todo en colores vivos, estampados florales muy femeninos, pero también conjuntos monocromáticos en negro o blanco.