SANTIAGO.- Se acaban las vacaciones y se vuelve a la rutina, muchas veces con algunos kilos de más. Y como es difícil reconectarse, la tentación de "picotear" a media mañana o a media tarde es grande. Claro, hay que calmar esos antojos de helados, palmeras, cuchuflíes, barquillos y tantas otras cosas ricas -poco saludables- que quedaron atrás con el verano.
Pero hay que ser sinceros: la mayoría de las personas no recurre a snacks muy saludables. Esto porque lo más fácil es ir al kiosco o la máquina expendedora, y elegir papas fritas, chocolates, barritas de cereal -algunas con mucha azúcar-, bebidas, queques o lo que sea con tal de quitar el apetito.
Sin embargo, científicos de la Universidad de Florida dieron con una solución que, además de quitar el hambre, ayuda a perder peso: comer un puñado de almendras todos los días. Según los investigadores, este fruto seco no sólo reemplaza las calorías "vacías" de los snacks, sino que ayuda a las personas a disminuir su ingesta de sal y a aumentar sus niveles de proteínas.
Los científicos llegaron a esta conclusión luego de analizar datos recolectados en 28 parejas de padres e hijos. Durante tres semanas, los primeros consumieron 42 gramos de almendras enteras todos los días, mientras que los segundos ingirieron 14 gramos diarios durante el mismo período de tiempo.
Asimismo, antes de comenzar, los investigadores midieron en todos los participantes el Índice de Alimentación Saludable (Healthy Eating Index, en inglés), que evalúa la adhesión que tiene una persona a las Directrices Dietéticas del Departamento de Agricultura de EE.UU. Un puntaje bajo 51 indica una dieta pobre; si está entre 51 y 80 indica necesidad de mejorar, y sobre 80 refleja una dieta saludable.
Según informó el "Daily Mail", al inicio del estudio, padres e hijos arrojaron un 53,7 de puntaje promedio en el Índice de Alimentación Saludable. Sin embargo, en ambos casos el puntaje aumentó a 61,4 cuando se introdujo la ingesta de almendras.
Además, todos los participantes aumentaron sus puntajes relativos a los alimentos ricos en proteínas y disminuyeron la ingesta de calorías vacías.
De esta manera, los investigadores demostraron la importancia que tiene incluir a las almendras en la dieta de los más pequeños. "Los hábitos que se tienen cuando se es joven se mantienen en la adultez, por lo que si un padre es capaz de incorporar almendras u otros snacks saludables en la dieta de su hijo, es más probable que ese niño elija esos snacks cuando sea grande", señaló Alyssa Burns, autora del estudio.
Burns, quien es especialista en ciencias de la alimentación y la nutrición humana, añadió que para evitar que los niños se aburran de las almendras, los padres tienen el desafío de incorporarlas a la dieta de sus hijos de una manera creativa.
Cabe recordar que los frutos secos tienen
muchísimas propiedades saludables, pero por lo general tienen un alto aporte calórico, por lo que no es recomendable superar las porciones. Además, sus beneficios son mayores si se consumen al natural y no fritos, salados ni confitados.