TEHERÁN.- Las mujeres de todo el mundo deben "investigar" sobre los "beneficios" de la vestimenta islámica y la segregación por sexos en la vida cotidiana y poder elegir así esa forma de vida "más segura", aconsejaron los expertos de un congreso internacional celebrado en Irán.
La "Reunión Internacional de Castidad y Hiyab" congregó esta semana en Teherán a activistas a favor del hiyab, el velo que según los preceptos musulmanes debe cubrir a las mujeres, quienes trataron de explicar por qué esta práctica es "beneficiosa" para quienes se someten a la misma.
Durante el encuentro, sus oradores se esforzaron en defender el buen uso del hiyab y la castidad entre las mujeres, al tiempo que expresaron su preocupación por las limitaciones existentes en Occidente para que "su voz sea escuchada".
"Allí neutralizan nuestras explicaciones. Nosotros no queremos obligar a las mujeres, sino que buscamos instar a que elijan esta ruta. Es una invitación, no es una obligación", dijo Farah Arablu, representante de la Fundación Nacional de Castidad y Hiyab.
Arablu insistió en que lo mejor es "investigar" el Islám para descubrir que el "hiyab no es una obligación", si bien no supo explicar por qué en la República Islámica de Irán y en muchos otros países islámicos, el uso del velo es obligatorio para todas las mujeres.
"El hiyab es la ley principal del Islám, es un tema muy social. En Irán el tema del hiyab se ha institucionalizado completamente como una ley y si alguien no quiere aceptarlo, pues tiene otras opciones para vivir, como irse a Francia", apostilló Arablu.
El argumento de la activista para defender un código de vestimenta que exige "capuchas muy largas que tapan por completo el cuerpo y las prominencias del cuerpo de la mujer", es que al hacerlo así, se protegen "las familias" de otras mujeres.
De este modo, una mujer bien velada lo hace por "no dar opciones al hombre de otra familia a que desvíe su pensamiento".
Otra activista que participó en el foro, la socióloga Somaye Sarafraz, intentó convencer sobre las diferencias de "la visión" de hombres y mujeres, ya que los primeros "cuando ven el cabello de una mujer se la imaginan desnuda".
Siguiendo la línea, los expertos en hiyab y castidad alertaron contra los peligros de "normalizar" los lazos entre hombres y mujeres, algo que como denunció el activista y médico egipcio Mohamad Alhashemí, pueden derivar en que "la gente vaya en busca de la homosexualidad o tener sexo con animales". "Siempre tiene que haber una distancia, para que los sexos opuestos no pierdan su sentimiento de atracción hacia el otro", sentenció con total seriedad.
La policía del velo
En Irán, tras el triunfo en 1979 de la Revolución Islámica, se establecieron una serie de normas de inspiración religiosa y de obligado cumplimiento, como la prohibición de que las mujeres muestren en público su cuerpo y su cabello.
Además, también se instauró la segregación total por sexos en lugares públicos, como escuelas, oficinas y en el transporte público.
Sin embargo, la presión ciudadana ha hecho que muy frecuentemente esas normas no se cumplan y muchas mujeres muestran su cabello bajo un hiyab testimonial, lleven un intenso maquillaje o ropas más o menos ceñidas al cuerpo.
A consecuencia de ese relajamiento de la normativa, cada año con el comienzo del verano, la policía intensifica la presión a las mujeres que incumplen la legislación sobre la vestimenta, que son arrestadas y obligadas a pagar una multa por "mal hiyab".
Como señal de protesta y para reivindicar su derecho vestir como quieran, desde hace dos años varias mujeres iraníes suben sus fotos a una página de la red social Facebook llamada en farsi "La libertad cautelosa de las mujeres en Irán", en la que aparecen sin velo.