Rodrigo Alves / Instagram
SANTIAGO.- Se ha sometido a 51 cirugías y a 105 procedimientos estéticos, por los que ha desembolsado más de 300 millones de pesos, todo con un único objetivo: convertirse en un príncipe de Disney. Sin embargo, el propio Rodrigo Alves ha reconocido que está lejos de conseguirlo. "Me veo como un muñeco", ha dicho en entrevistas recientes.
Apodado el "Ken humano", en referencia al famoso novio de la muñeca Barbie, Alves debió enfrentar recientemente una terrible noticia en relación a su nariz: los médicos le advirtieron que producto de las todas las cirugías que se ha realizado en ella, a las que se suma una infección con estafilococo aureus, es probable que termine por perderla.
Alves, de 33 años, se enteró del macabro futuro que le espera a su nariz en el programa "Botched", un reality show conocido por intentar arreglar los desastres de la cirugía estética. El "Ken humano" acudió a los médicos que aparecen en la serie de televisión, angustiado porque no podía respirar bien.
"Sus fosas nasales son tan pequeñas y después de lo que pasó con el estafilococo aureus, este es probablemente uno de los peores resultados y complicaciones que he visto en toda mi carrera", declaró el cirujano plástico Paul Nassif, según informó People.
El especialista explicó que, debido a que Alves se realizó tres cirugías en un período de entre 12 y 15 meses, tanto el tejido blando como la piel de su nariz se encuentran en muy mal estado.
"Tengo ganas de llorar en este momento, pero me estoy aguantando. Estoy realmente muy, muy preocupado (...) Mi nariz estaba perfecta después de la última rinoplastía. Mis amigos nunca tuvieron este problema (...) Así que no dejo de preguntarme: ¿por qué yo?", dijo Alves tras conocer la terrible noticia.
Según ha revelado, el brasileño quiso modificar su apariencia tras ser víctima de bullying cuando era niño. Así, a los 17 años comenzó con las cirugías y no se ha detenido hasta hoy. Además de las rinoplastías, se ha hecho liposucciones en diferentes partes del cuerpo; se ha puesto implantes en sus pectorales y abdominales; periódicamente se inyecta toxina botulínica y también se ha sometido a tratamientos con células madres, entre muchos otros procedimientos.
Paul Nassif advirtió a Alves que si permite que algún médico vuelva a trabajar en su nariz, las consecuencias serán devastadoras.
"Existe una alta posibilidad de que si dejas que uno de esos doctores toque tu nariz ahora, esta se vuelva negra, se muera y se caiga", enfatizó el cirujano.