AFP
SANTIAGO.- Una insólita situación vivió el viernes pasado el príncipe heredero de Dinamarca, cuando junto a su entorno acudió a un bar en Brisbane, Australia. Frederik, de 49 años, intentó ingresar al establecimiento, pero debido a que no portaba una identificación, le fue prohibida la entrada.
Según informó el Daily Telegraph, el príncipe y sus acompañantes quedaron asombrados por la negativa a dejarlos pasar, por lo que buscaron la ayuda de la policía. Así, regresaron 15 minutos después junto a siete oficiales que confirmaron la identidad de Frederik.
Asimismo, el dueño del Jade Buddha Bar intervino para evitar que la situación se volviera complicada y finalmente permitir el ingreso del príncipe.
De acuerdo a las leyes australianas, cualquier persona que quiera ingresar a un recinto después de las 10 de la noche, debe portar algún tipo de documento de identificación, ya sea pasaporte o licencia de conducir.
"Es una ley estúpida. Siempre supimos que sería una pesadilla", declaró Phil Hogan, el copropietario del bar, al periódico británico. Y agregó: "Lo que pasó con el príncipe es solo la punta del iceberg. Nos ocurre todo el tiempo con las personas comunes y corrientes".
Frederik se encontraba en Australia participando en la Hamiton Island Race Week, la mayor regata de vela en alta mar de ese país.