Las personas que rodean hoy a los niños les dicen que son unos héroes.
Captura ABC News
SANTIAGO.- "Esta es una de las cosas más extraordinarias que he experimentado en mis 11 años en este departamento", dijo el detective Nathan Greeley sobre el hallazgo de dos pequeños niños que lograron no solo sobrevivir a la caída por un barranco del auto en el que viajaban, en Arkansas (EE.UU.), sino que aguantaron por días solos, sin comida ni agua, antes de ser encontrados el lunes pasado.
Tal como indica el informe policial, se cree que Lisa Holliman, la madre de los niños de 1 y 3 años, conducía su vehículo con los menores en la parte posterior, cuando perdió el control del auto y se estrelló contra una barrera de seguridad, antes de caer por un despeñadero en el condado de Ouachita.
La policía del Estado de Arkansas no sabe con exactitud el día en que ocurrió el accidente, pero sospechan que pudo ser el jueves de la semana pasada.
Cuatro días después, el lunes, los oficiales encontraron a Kylan, el mayor de los niños, deambulando por la carretera. Y tras registrar el área, lograron encontrar el vehículo destrozado, al fondo del barranco.
Mientras el cuerpo sin vida de Holliman, parecía haber sido expulsado del vehículo por la fuerza del impacto, el menor de sus hijos se encontraba vivo y aún en su silla de auto con el cinturón abrochado.
Los oficiales también creen que Kylan se arrastró fuera de su asiento, tras la caída del vehículo, y salió de este por el sunroof, antes de subir a una colina y llegar a la autopista donde fue visto, informó ABC News.
Por otro lado, el abuelo materno de los niños, James Holliman, se mostró consternado tras la muerte de su hija y comentó en KARK-TV que cuando Kylan logró salir del vehículo, vio a su madre fuera e intentó despertarla.
Solo querían contacto humano
Las personas que rodean hoy a los niños les dicen que son unos héroes, y que lo que vivieron fue un milagro.
"Pasaron un infierno", afirmó el detective Greeley, quien destacó el actuar de Kylan, afirmando que si no hubiera salido hasta la carretera, difícilmente hubieran encontrado el vehículo accidentado. "Si no hubiera hecho lo que hizo, su hermano probablemente no estaría aquí ahora", aseguró.
Greeley también dijo que fue uno de los primeros en ver a los hermanos en el sitio del accidente, y relató que más allá del hambre o la sed, los menores parecían necesitar mucho contacto humano, ya que Kylan solo quería abrazarlo y no lo soltaba.
Tras ser llevados a un hospital, se informó que los niños solo sufrieron cortes y rasguños, y que el menor de ellos debió ser tratado por deshidratación. "Fue un milagro y una tragedia, todo en el mismo día", comentó Greeley.
