Luisa Buitrago tiene 16 años.
Captura La Nación, GDA
SANTIAGO.- "Esto no se lo deseo a nadie", dijo Luisa Buitrago, una joven colombiana de 16 años que aseguró a la prensa de su localidad que hacerse un tatuaje mientras estaba embarazada, provocó que perdiera a su hijo y además que quedara en silla de ruedas.
Según la joven su lamentable historia
ocurrió a comienzos de 2017, estando ella embarazada, y cuando un ex novio la motivó a hacerse
un tatuaje "donde un vecino".
Buitrago le dijo a su tatuador que escribiera bajo su pecho derecho "never let me fall" (nunca me dejes caer), y con el paso de los días comenzó a sentir fuertes molestias que no la dejaban moverse con normalidad.
"Empecé con un dolor de espalda impresionante. Unas punzadas muy feas, entonces no podía estar sentada; no podía estar acostada y tenía que estar siempre de pie o caminando", relató.
Durante una semana continuaron las molestias, acompañadas con dificultad para respirar y la pérdida de sensibilidad en sus piernas. Sin embargo, Buitrago evitó tomar medicamentos o hacerse exámenes como radiografías, por miedo a que interfirieran con su embarazo.
La Nación de Argentina, donde también se menciona este caso, informó que a los quince días de realizarse el tatuaje, la joven fue internada y "los exámenes médicos descubrieron que una bacteria le afectó el nervio ciático y la médula espinal".
El origen de esta, se cree, fue la falta de higiene del lugar donde se tatuó.
Con el paso de los días, Buitrago dejó de caminar y debió ser tratada con fuertes medicamentos que afectaron su embarazo, provocando un aborto.
Actualmente, la colombiana estaría esperando una cirugía que le permita recuperar la movilidad de sus piernas.
Tal como indican medios colombianos, ante la consulta de qué le diría a otros menores de edad que piensan hacerse un tatuaje, la joven señaló: "Por favor verifiquen el lugar o la persona que se lo vaya a hacer, tengan la autorización de sus padres y vean la asepsia del sitio".
Buitrago apareció contando su historia en Prensa Libre, un medio de la región colombiana en la que ella vive (Casanare), y donde habrían ocurrido los trágicos hechos. Y si bien su testimonio fue entregado hace meses, este se viralizó y prensa latinoamericana y europea han difundido su caso en los últimos días.
En redes sociales, varios cuestionaron su relato.
