SANTIAGO.- La tendencia de las
cenas clandestinas comenzó en Europa y Estados Unidos, para luego
popularizarse en Chile. Años atrás, solo pocos afortunados llegaban a enterarse de estos eventos que ocurrían en el escenario gastronómico del país. Solo los amigos y los amigos de los amigos de los cocineros "underground", llegaban a estos lugares "por definir" y podían gozar de una nueva experiencia gastronómica, donde
no solo se disfruta de la creatividad del chef sino que también se crea un espacio de cercanía, donde la
interacción entre cocinero y comensal es directa.
Soledad Hormazábal, una aficionada a la gastronomía y cliente frecuente de comidas clandestinas, decidió crear un sitio que reuniera estas
propuestas de cocineros profesionales y aficionados, y de esta forma poder darlas a conocer a todos aquellos que quieran
vivir una experiencia diferente.
Fue así como nació
EatOut (www.eatout.cl), un sitio web en el que
facilitan la comunicación entre los cocineros y los comensales, dando a conocer las diversas propuestas de cada chef en Santiago y a lo largo del país.
"Cada día hay más chefs emergentes que tienen diferentes propuestas para mostrar, pero no tenían el espacio para darse a conocer y hoy a
través de estas cenas clandestinas y la difusión de EatOut
pueden darse a conocer sus proyectos", afirma Soledad.
EatOut no solo realiza cenas clandestinas en
diferentes sectores de Santiago, sino que también en regiones en lugares como Viña del Mar, Pichilemu y Temuco.
Experiencia clandestina
Chancha Javali (www.chanchajavali.com) es una de las cenas clandestinas itinerantes que más mueven gente en este formato. No solo les han alabado sus platos, sino que también la música que ponen y el ambiente que se crea en sus eventos.
Este
colectivo de cocineros, que la próxima semana abre su propio local en Presidente Riesco 3080 pero continuarán con sus cenas, se ha presentado en lugares dentro de los barrios Brasil y Yungay, y ahora se los puede encontrar en El Golf. Felipe Benvenuto, uno de los creadores de Chancha Javali, comenta que no tiene mucho tiempo para conversar porque precisamente se está preparando para una cena que hará en la noche. Ellos
llevan tres años funcionando y se han caracterizado por su
estilo gastronómico de inspiración oriental.
Lo más común en estas cenas, cuenta Felipe, es que
llega gente en grupos de amigos o también van personas solas que las sientan con gente que nunca han visto en su vida. "Pero
la conversación es instantánea. La gente viene dispuesta a
pasar un buen rato, van relajados y se arma un
ambiente buena onda, porque al final van a pasarlo bien y este tipo de eventos tiene la ventaja que la comida une a la gente y
la conversación fluye durante toda la noche", agrega el representante de Chancha Javali.
Aunque este cocinero cuenta que aún no ha visto que se formen parejas, sí hay un intercambio de teléfonos y los mismos
comensales quedan en contacto, formando nuevas amistades.
En cuanto a la cocina,
los asistentes saben de antemano el menú de la noche y pueden ver al equipo trabajar, porque generalmente se usan cocinas abiertas. En el caso de Chancha Javali, los comensales tienen la oportunidad de
sentarse en la barra y conversar con los cocineros, quienes también se dan el tiempo para ir por las mesas explicando en qué consisten los platos y también dándose un espacio para compartir.