SANTIAGO.-
Bromeando y sonriendo como dos grandes amigas. Así lucieron las
duquesas Kate y Meghan a su llegada al servicio de Navidad de la familia real británica, que tuvo lugar ayer en la iglesia Santa María Magdalena, en Sandringham.
Las esposas de William y Harry, respectivamente, eran el
centro de la atención pública, luego de los rumores respecto a su mala relación que se arrastran durante varias semanas. Pero ambas
dieron signos de que no existe ningún problema entre ellas, mientras caminaban junto a sus maridos y a su suegro, el príncipe Carlos.
Sin embargo, de acuerdo al Daily Mail, fue
la mismísima reina Isabel II quien les habría "ordenado" dejar a un lado las diferencias. El príncipe Carlos también habría tenido algo que ver.
Según una
experta en lenguaje de señas consultada por el medio británico, fue
evidente el esfuerzo que Kate y Meghan hicieron para aparentar que todo va bien entre ellas. Un ejemplo de ello, sostuvo la especialista, es que gesticulaban de forma exagerada mientras conversaban.
"Se están esforzando un poco demasiado. Definitivamente
es una actuación", aseguró Judi James.
Crédito: AP.
Los rumores de la mala relación comenzaron a fines de noviembre pasado, cuando los duques de Sussex anunciaron que se trasladarían desde el palacio de Kensington, donde también viven William y Kate, a Frogmore House, en Windsor.
En esa oportunidad, los medios locales afirmaron que ambas duquesas tienen
estilos de vida muy diferentes e incluso que los problemas entre ellas se generaron el día del matrimonio de Harry y Meghan, debido a que a Kate no le agradó el vestido elegido por la novia para la pequeña Charlotte, una de las damas de honor.
Y más recientemente se ha hablado de que
la duquesa de Sussex tiene un carácter muy difícil, lo que ha llevado a dos de sus asesoras a presentar su renuncia.
Paralelamente,
Meghan, quien está embarazada y dará a luz en la primavera boreal,
debe sobrellevar los conflictos que mantiene con su familia, en especial con su padre, Thomas Markle, quien la semana pasada le pidió ayuda a la reina Isabel para acercarse a su hija.
Crédito: Reuters.