BANGKOK.- El gobierno del estado de
Kelantan, uno de los más
conservadores de Malasia, ubicado al norte del país asiático, prohibió los
karaokes y los centros para fumar pipa de agua o shisha, al considerar que ambos perjudican a los jóvenes.
El presidente del comité de Salud del gobierno de Kelantan,
Izani Husin, advirtió del
impacto social negativo que tendría entre los adolescentes si no se ponen bajo control ambas actividades.
"Son muchos los que
salen de fiesta y fuman shisha hasta las dos de la madrugada", dijo Husin al diario Harakah, quien pertenece al
Partido Pan-Islámico de Malasia (PAS) que gobierna este estado del noreste de la parte peninsular de Malasia.
"Cuando regresan a casa tarde
se exponen a actividades poco saludables", añadió.
Kelantan es una región
fundamentalmente agraria y con una población de 1,7 millones de habitantes. Es gobernado desde 1990 por el PAS, que desde entonces ha
impuesto varias restricciones a establecimientos de ocio.Tras asumir el gobierno, la formación
prohibió los salones de billar y salas de juego por considerar que favorecían el
vicio, aunque en 2005 permitió su reapertura con
restricciones.
Kelantan también tiene una estricta
normativa para los cines, a los que exige mantener las
luces encendidas durante la proyección, y asientos
segregados para hombres y mujeres, lo que ha llevado a este estado a no contar con ninguna sala desde hace más de dos décadas.
En
2017, el parlamento estatal
aprobó los azotes en público para castigar delitos bajo la
ley islámica, que en Malasia se aplica solo a la
población musulmana.