SANTIAGO.- No es una tarea fácil comprar frutas y dar con su punto exacto de maduración. Tampoco lo es saber si es que tiene ese dulzor característico de ellas, que tanto se busca, o ese juguito que chorrea por la mano al comerlas. Pero no todo está perdido, dos amantes de la gastronomía explican en qué hay que fijarse al momento de comprar una fruta.
El verano es plena temporada de sandía, melones, guindas, frutillas, damascos y duraznos, entre otras frutas. Aunque ahora es común ver alguna de ellas durante todo el año, la recomendación es elegir las frutas de acuerdo a su temporada de cosecha, que es cuando se pueden disfrutar en su máximo esplendor.
Elegir mercados y ferias
Felipe Gálvez, más conocido como Doctor Pichangas, cuenta que lo primero que hay que intentar hacer es comprar las frutas (y verduras) en mercados como La Vega, Lo Valledor o en ferias libres por la calidad de sus productos y la frescura.
Mientras más temprano más fresco
Su segundo consejo, es que en la medida de lo posible hay que ir a
comprar en las primeras horas del día, cuando los frutos estén
menos expuestos al sol, ya que desde las 11 de la mañana en adelante este comienza a afectar la calidad de ellas.
Sandía calada
Crédito: LUN / Archivo
La sandía es una de las frutas que más se espera durante cada
verano. Si está
dulce y sabrosa es un éxito, si está harinosa o desabrida puede llegar a arruinar el final de una comida.
¿Cómo saber si está buena? Felipe Gálvez recomienda
fijarse en los extremos de la sandía, mientras tenga
más rayas verde claro y amarillas, significa que está
más dulce y jugosa. Si su cáscara tiene un color más bien verde, significa que aun no está madura. Y también está la creencia popular de
pegarle con los dedos: si se escucha
hueco al interior, también es un
buen indicador.
Melones
Crédito: El Mercurio / Archivo
Los melones, a diferencia de la sandía, no aplica la regla de tocarlos ni golpearlos. En el caso de los melones, tanto calameños como tunas, lo que hay que hacer es sentir su aroma. Mientras sean más aromáticos, más dulce su interior.
Frutillas, el engaño del color
Crédito: El Mercurio / Archivo
En las frutillas hay que buscar que sean lo más distintas y desiguales entre sí, ese es un signo de que son naturales y orgánicas, y no transgénicas. También, mientras más natural tendrán un perfume más intenso, lo que es una señal que es una frutilla dulce. El color en este caso no es indicador de lo que se encontrará en el interior, porque también existen frutillas blancas que son bastante dulces.
Duraznos: huela, no apriete
Crédito: LUN / Archivo
Polla Trujillo, más conocida como La Caserita Roja, elige para cada verano su fruta favorita y para este 2019 son los duraznos. El durazno la sedujo porque hay muchas variedades de ésta, como los pelados, peludos, conserveros, plátano y cada uno tiene un sabor y una textura distinta. En el caso del durazno se elige por su aroma, si es uno que seduce significa que está en un buen punto de maduración y que se encontrará con un interior jugoso y con sabor.
La
Caserita cuenta que generalmente en
supermercados no tienen mucho aroma porque al estar
refrigeradas se pierde su maduración natural. La idea
no es apretar las frutas cuando se eligen, como ocurre con las paltas, sino que más bien
sentir su aroma fresco y particular de la fruta. También puede ocurrir que estén
pasadas y tengan olor a fermento, ese es indicador que
están cercanas a pudrirse. Dónde comprar
Doctor Pichangas recomienda el sector chacareros en La Vega. Es el sector que se encuentra al fondo, bajo techo. Lo recomienda precisamente porque ese es el primer sitio de distribución de las frutas y también porque está bajo techo, protegiéndolas del sol.
La Caserita Roja recomienda comprar por internet en Huertas a Deo (www.huertasadeo.myshopify.com), un emprendimiento ubicado en la Región del Maule que trabajan con más de 30 familias campesinas comprando las frutas y verduras que tienen disponible semana a semana. Se caracterizan por no utilizar ningún agroquímico, solo abonos naturales.