Hospital St. Barnabas / Facebook
SANTIAGO.- En el Hospital St. Barnabas de Nueva York cometieron un grave error que mantuvo a Shirell Powell (48) durante nueve días cuidando a un hombre desconocido con daño cerebral irreversible.
Todo partió en julio pasado, cuando desde el centro de salud le informaron a la mujer que su supuesto hermano se encontraba inconsciente en el hospital tras haber tenido una sobredosis por droga. Después de pasar por difíciles nueve días, Shirell, dio su consentimiento para que desconectaran al hombre de las máquinas que lo mantenían con vida.
Al realizarle
exámenes al cadáver, los doctores del hospital se enteraron del error que habían cometido: el hombre muerto
no era realmente el hermano de Shirell. "Casi me
desmayo porque maté a alguien que ni siquiera conocía. Di mi consentimiento", relató la mujer, quien
demandó al hospital ante la Corte Suprema de
Bronx.
Según informó
El Mundo, en la demanda se aclaró que el 15 de julio pasado,
Freddy Clarence Williams (40), fue ingresado inconsciente al Hospital St. Barnabas por una aparente
sobredosis de drogas.Williams fue identificado por el
nombre que indicaba su tarjeta de
Seguro Social que llevaba en sus pertenencias, por lo que el centro de salud llamó a Shirell Powell, diciéndole que su hermano,
Frederick Williams, quien también tiene 40 años pero no tiene segundo nombre, había ingresado al centro y se encontraba con
muerte cerebral. "Tenía
tubos en la boca. Estaba un poco hinchado, pero
se parecía mucho a mi hermano", recordó Powell. Además agregó que el desconocido
no pudo hablar en ningún momento por lo que asumieron que era su pariente.
Después de dos días los médicos le informaron que su
"hermano" tenía muerte cerebral por lo que debían pensar en las siguientes
medidas que tomarían como familia.
"Era mi hermanito, así que fue
muy doloroso. Estaba preocupada, llorando, gritando, llamando a todo el mundo, fue una sensación terrible", aseguró
Shirell. Durante esa semana, la familia de
Williams decidió desconectar al hombre y autorizar al hospital al retirar el
soporte vital. Una semana después, mientras Shirell organizaba el
funeral de su "hermano" junto a otros parientes, el hospital la llamó para informarle que el hombre muerto era
otra persona y no su consanguíneo.
El
verdadero hermano de Powell había sido
arrestado hace unos días por un asalto en el sector de Manhattan en
Nueva York. "Por un lado, estoy
agradecida de que no fuera mi hermano. Por otro lado,
maté a alguien que era un padre o un hermano", relató la afectada.