Una imagen de Arya de hace tres años.
Daily Mail / Captura
En 2016,
la familia de Arya Permana temía por su vida. El niño indonesio de entonces
10 años, pesaba 192 kilos debido a la enorme cantidad de comida que ingería a diario. "Siempre está hambriento", decía entonces su madre.
Arya
fue bautizado como "el niño más obeso del mundo" y su excesivo peso le
impedía llevar una vida normal. No asistía al colegio, y pasaba gran parte del día durmiendo o refrescándose en una tina al aire libre.
Pero
tres años después, la situación de Arya es totalmente diferente luego de convertirse en la persona más joven en someterse a una
operación de manga gástrica. Esta intervención consiste en remover una porción del estómago, lo que conlleva una reducción del apetito y, por ende, una baja de peso.
La cirugía de Arya se llevó a cabo en el Hospital Omni de Yakarta y
se extendió por cinco horas. "Al principio no queríamos que se sometiera a la operación (...) Los doctores nos mostraron el procedimiento en videos (...) y después que lo entendimos, tuvimos una reunión familiar y aceptamos", explicó Ade Somantri, el padre del niño, según publicó el Daily Mail.
Además de la intervención, Arya
debió seguir una estricta dieta en base a pescado, vegetales, sopa y frutas. Y gracias a la combinación de ambos tratamientos, el niño
logró bajar un total de 106 kilos, quedando en 85,8 kilos.
Así luce Arya en la actualidad. Crédito: Daily Mail / Captura.
Asimismo,
ahora puede ir al colegio, y jugar y nadar con sus amigos, todo lo cual lo ha hecho
ganar confianza en sí mismo.
Sin embargo, ahora Arya
enfrenta otro problema: el del exceso de piel con el que quedó tras la enorme pérdida de peso, el que se evidencia sobre todo en sus brazos y pecho. Y la
única manera de removerlo es con otra cirugía.
La buena noticia es
un cirujano se ofreció a ayudarlo con su piel después de que se realice nuevo exámenes, por lo que Arya
podrá seguir avanzando en su camino hacia una mejor calidad de vida.