El gran duque Juan de Luxemburgo, que reinó durante 36 años en este pequeño estado europeo antes de ceder el trono a su hijo Enrique, falleció este martes a los 98 años.
En 1942 se alistó como voluntario en el ejército británico y dos años más tarde participó en el Desembarco de Normandía y luego en la liberación de su país, algo que sus compatriotas nunca olvidaron.
"El gran duque Juan era y seguirá siendo un símbolo de nuestra historia y de nuestro país", dijo el martes el primer ministro, Xavier Bettel.
El gran duque, popular y considerado cercano y afable, con su pequeño bigote y discretas gafas, vivía retirado desde que abdicó en su hijo, en octubre del año 2000.
En 2005 murió su esposa Josefina Carlota, hermana de los antiguos reyes belgas Balduino y Alberto II, con la que tuvo cinco hijos.
A mediados de abril fue hospitalizado por una infección pulmonar. En marzo todavía apareció en público en un foro organizado por su nuera, la gran duquesa María Teresa, sobre la violencia sexual en zonas de guerra.
Juan, nacido el 5 de enero de 1921, quinto soberano de una dinastía fundada en 1890, accedió al trono a los 43 años, el 12 de noviembre de 1964, tras la abdicación de su madre, la gran duquesa Carlota.
El príncipe Félix, su padre, pertenecía a la familia Borbón-Parma y era descendiente directo del rey Luis XIV a través de Felipe V, quien fue rey de España durante más de 40 años a principios del siglo XVIII. Su madre, la gran duquesa Carlota, pertenecía a una rama de la Casa de Nassau.
En la Nochebuena de 1999 el gran duque Juan anunció su abdicación en su hijo Enrique, que entonces tenía 45 años.
"Tengo la profunda convicción de que con la llegada del nuevo milenio y después de 35 años de reinado es sensato retirarme de los asuntos de Estado", explicó.
Sus funerales se celebrarán el 4 de mayo en la catedral de Luxemburgo.