SANTIAGO.- El domingo 3 de marzo se estrenó en Canal 13 la más reciente versión de "MasterChef Chile", el programa transmitido los viernes y domingos, que enseñaba el camino de un grupo de cocineros amateurs que buscaban alcanzar el trofeo del cuarto ciclo. Hoy estamos a un día de conocer quién será el ganador o la ganadora de esta edición, donde se puso a prueba la táctica y la pasión, dejando a tres de los 21 participantes que entraron. Estos son Bárbara Lackington Schacht, Camila Ruiz Sáez y Giovanni Cárdenas Martínez.
Y es que el trío de finalistas tuvo que empeñarse durante
29 capítulos para superar las pruebas que les imponían los chefs
Fernanda Fuentes, Christopher Carpentier y
Jorge Rausch. Éstos los llevaron a sortear los coloridos callejones de Cartagena de Indias, aprender a cocinar bogavantes, ajustar el crocante duxelle de un filete Wellington y hasta emplatar tortas que parecieron "caídas del techo", entre otros. Es por ello que en
Emol les quitamos el delantal, los sacamos de su zona de sazón y los llevamos a pensar en sus
restoranes favoritos.
Los livianos antojos de Bárbara
Sin pelos en la lengua, como se caracterizó durante toda la temporada, la modelo Bárbara Lackington cuenta que pone su carrera por delante a la hora de elegir qué comer. Con esta directriz, la menor de todos los participantes y una de las embajadoras de Elite Management Chile, no duda en evadir los carbohidratos y cuando frecuenta restoranes, como el "Karai Sushi" por ejemplo, pide rolls sin arroz.
Asimismo, otros de los platos que suele escoger son las ensaladas y para eso las "Leñas de Vitacura", ubicado en el #5321 de la avenida del mismo nombre, es su primera opción. Un lugar que conoció junto a sus compañeros de programa, pero al cual volvería recurrentemente con sus seres queridos para celebrar su cumpleaños o el Día del Papá. "Me fascinó y me encantó porque probamos bastantes platos y pude juzgar casi toda la carta. Generalmente pido el ceviche de camarón tempura, que viene con quinoa y una salsa de mango, que en verdad te morí… es exquisito", dice la finalista de 20 años.
"El camarón es con coco y panko, con doble apanado para que quede más crocante a la hora de freírlo", detalla Gonzalo Olmedo a Emol, uno de los cuatro amigos que fundó este restorán en octubre de 2017 y que opera como chef ejecutivo del local donde caben 230 personas. "Después va con una ensalada fresca, que es de quinoa negra y quinoa blanca, más pimientos y cebolla con aderezos, como la salsa de maracuyá", corrige.
El risotto que no le falla a Camila
Cuando la profesora Camila Ruiz no está con su delantal, ni el de la cocina o el de sus clases, parte con un grupo de amigos o familia al "Tiramisú" de Isidora Goyenechea. Un restorán que cree visitar desde que opera en 2001, porque su hermano es fanático y "siempre" iban a comer para allá. "Hay días que tengo antojo de pizza puttanesca, pero casi siempre me voy por el carpacho de salmón ahumado con palta y palmito", dice la primera participante que subió las escaleras hacia la final.
Sin embargo, la finalista de 29 años también tiene una segunda carta bajo la manga: "Margó Gourmet", los restoranes creados por las hermanas María Jesús y Elisa Gutiérrez en junio de 2013. Es en este espacio, con tres bastiones en el sector oriente, que la finalista ha podido encontrar "buen servicio, comida muy rica y buen ambiente para estar" hace unos dos años. Tiempo suficiente, para tener en su cabeza una preparación que elegiría si o sí: "El risotto no falla", enfatiza.
"Las preparaciones aquí son simples si hablamos de alta cocina, pero sofisticadas si nos movemos desde la cocina básica", describe María Jesús Gutiérrez desde la mesa de su local en el tercer piso del Parque Arauco. "Los risottos normalmente se demoran media hora, por lo que tenemos el arroz marcado en cierto punto de cocción, y le incorporamos los ingredientes a la minuta antes de que salgan a la mesa. Si no sería imposible", explica una de las fundadoras de Margó, donde se han probado distintas de estas preparaciones italianas. Algunos albinos con queso roquefort; otros caprese con queso de cabra y pesto; y el icónico mixto de funghi con toques de salvia que va con un sabroso filete de res.
Mariscos y pastas con la familia de Giovanni
“Cada vez que tengo libre o tengo un tiempo para estar con mi familia vamos a ‘La Piccola Italia’, porque somos todos buenos para las pastas”, responde Giovanni Cárdenas. Allí dice, aludiendo al local del restorán ubicado en el kilómetro 40 de la Carretera Panamericana Sur, que las lasañas de carne siempre cumplen con sus antojos en ocasiones especiales.
Sin embargo, aunque la afición por la comida italiana lo envuelve, el carismático finalista asegura que siempre regresa a un restorán emplazado al interior del mercado municipal de San Bernardo:
"El Marcoa", un local que lleva encendiendo sus cocinas hace más de 38 años y que es dirigido por la familia Espinoza Zamorano, en Bulnes #585. "Venden
todo lo que es mariscos", comenta el vendedor de pizzas. Y agrega: "Hay días que tenemos ganas de comer eso un día domingo y nos vamos a almorzar, pero siempre en familia".
"Mi papá se levanta todos los días a las 5 de la mañana y va al terminal pesquero, excepto los lunes que no llega mercadería", cuenta Ana María Espinoza, hija de los dueños a Emol. "Gracias a Dios el local tiene harta gente y la clientela es fiel con nosotros porque tenemos platos abundantes, como el jardín de mariscos que lleva de todo y donde pueden picar hasta siete personas. También la paila marina Marcoa, que es mucho más grande en tamaño y trae congrio dorado", comenta la comerciante, quien asegura se enteró de la participación de Giovanni luego de verlo en su local.