La tarde de este jueves, el ex técnico del Barcelona y de la selección española,
Luis Enrique, anunció una triste noticia:
su hija Xana de tan solo nueve años, falleció tras batallar durante cinco meses contra un
osteosarcoma.
"Te echaremos mucho de menos pero
te recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en un futuro nos volveremos a encontrar. Serás la estrella que guíe a nuestra familia", escribió Luis Enrique en su cuenta de Twitter.
El entrenador tuvo que dejar la selección española, precisamente para acompañar a la pequeña Xana en su lucha contra la enfermedad, que
corresponde al tipo más común de cáncer que se origina en los huesos.
"
La mayoría de los osteosarcomas
ocurren en niños y adolescentes, pero también pueden ocurrir en adultos", informa la
Sociedad Americana del Cáncer en su página web.
El organismo explica que aunque este cáncer
puede originarse en cualquier hueso del cuerpo,
lo más común es que aparezca
en los que rodean a la rodilla o en el de la parte superior del brazo.
Síntomas y diagnóstico
Según la
Clínica Mayo, los
síntomas más comunes de un osteosarcoma son
dolor óseo o articular; hinchazón cerca de un hueso, y
lesión o fractura de hueso
sin motivo evidente.
Si los síntomas no desaparecen o empeoran, se debe
consultar con un especialista que ante la sospecha de un osteosarcoma
realizará una serie de exámenes que pueden incluir
radiografías, resonancia magnética, tomografías y también una
biopsia, la que -según la Sociedad Americana del Cáncer- "es la
única forma de saber con seguridad" si el paciente tiene cáncer.
"A las células cancerosas en la muestra de la biopsia se les asignará un grado. Esto ayuda a los médicos a saber qué tan rápido es probable que el cáncer crezca y se propague", agrega la entidad.
Una vez que el especialista determina qué grado tienen las células cancerosas, se establecerá
en qué etapa se encuentra el cáncer y según ello, el
tratamiento más adecuado para el paciente.
Tratamiento y pronóstico
"Los
principales tratamientos para un osteosarcoma son la
cirugía y la
quimioterapia", establece la Sociedad Americana del Cáncer. En el caso de la primera, es realizada por un cirujano ortopédico y la mayoría de las veces incluye tanto la biopsia que confirma el diagnóstico de cáncer, como la extirpación del tumor o de los tumores. Sin embargo, en los
casos más graves puede ser necesaria la
amputación de la parte afectada de la extremidad.
La quimioterapia, en tanto, corresponde al uso de medicamentos para combatir la enfermedad. "Entran en el torrente sanguíneo y se diseminan por todo el cuerpo. Con frecuencia la quimio se administra antes de la cirugía (por aproximadamente 10 semanas) y luego otra vez después de la cirugía hasta por un año", describe la entidad.
"Como ocurre con otros tipos de cáncer grave,
la quimioterapia agresiva para el osteosarcoma
puede provocar efectos secundarios significativos tanto a corto como a a largo plazo", advierte la Clínica Mayo. Asimismo, la entidad aclara que "
una vez completado el tratamiento, las personas necesitan ser controladas durante el resto de sus vida para detectar posibles efectos tardíos de la quimioterapia intensa".
Aunque según la Clínica Mayo el tratamiento del osteosarcoma ha mejorado enormemente con el tiempo,
el pronóstico de la enfermedad y las decisiones de tratamiento dependen de varios factores como
el lugar donde se manifieste,
el tamaño del tumor,
el tipo y grado del osteosarcoma, y de
si el cáncer se ha diseminado, proceso conocido como metástasis.