Hace unos dos años, el término
"buenismo" fue introducido oficialmente en la Real Academia de la Lengua Española (RAE), pero ha sido durante las últimas semanas que en Chile ha comenzado a utilizarse cada vez más, en el marco de la crisis social que se extiende desde el 18 de octubre pasado.
"Actitud de quien ante los conflictos
rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia. (Usado más en sentido despectivo)", es como define la RAE a este sustantivo, recurrente en las redes sociales a la hora de describir actitudes y estrategias, sobre todo de políticos, durante las protestas y manifestaciones. Quienes lo usan, en general, lo hacen para hacer notar que existe cierto pensamiento o tendencia que es "lo que hay que pensar o creer hoy en términos de qué es bueno y qué no. El buenismo es como una moral en boga que muchas veces va en oposición a lo que uno piensa, pero uno no puede decirlo porque te hacen sentir rezagado, como que todavía no sabes lo que se lleva. El buenista tiene una postura en esencia poco tolerante y más bien gritona", acota un usuario habitual del concepto. De hecho, en inglés hay un término:
virtue signaling.
El lingüista
Héctor Velis-Meza explica a
Emol que palabra
buenismo fue ingresada con la indicación de que es una voz que usualmente se utiliza en
sentido despectivo,
para referirse a actitudes que tienden a
relativizar conflictos de gravedad y a disminuir su importancia. Para referirse con desdén o ironía, principalmente a entidades relacionadas con derechos humanos, organizaciones humanitarias, el progresismo, el reformismo y las ONGs.
En concreto, en Chile la palabra ha sido muy utilizada entre los usuarios de redes sociales para calificar opiniones de políticos como Ximena Ossandón al hablar de las pensiones y el modelo económico o del Papa Francisco al hablar de pobreza.
Para Velis-Meza, el sustantivo se usa también para actitudes que se atribuyen a un exceso de tolerancia en algunas personas. "Una tendencia hacia la bondad o actitud complaciente hacia la gravedad de un hecho, en el que estén involucrados sectores que ellos estiman marginados o excluidos de la comunidad", sostiene.
A juicio del experto, "quienes practican el buenismo, desde el punto de vista de los sectores más conservadores, defienden con entusiasmo a las minorías, a los inmigrantes, a los animalistas, veganos y a todos quienes se sientan amenazados por el establishment tradicional".
"Son personas que respetan otras creencias, conductas, tradiciones y costumbres sin limitaciones, aunque en el fondo, quizás, hasta les molesten, pero su actitud buenista siempre prevalecerá, porque la consideran una virtud", agrega.
El lingüista finaliza asegurando que para algunas personas que critican esta posición, "el buenismo lo practicaría gente acomplejada de su acomodada situación social".
