Las autoridades australianas buscan este jueves al enorme tiburón blanco que mató la víspera a un hombre en la playa Little Bay, en el sur de Sidney, en el primer ataque mortal ocurrido en la ciudad más poblada de Australia desde hace casi 60 años.
A raíz de este trágico incidente,
las autoridades locales cerraron hoy decenas de playas, desde Bondi, una de las más populares entre los turistas, hasta Cronulla, en el extremo sur de la ciudad, en una jornada en la que la temperaturas superaron los 30 grados en Sidney.
Asimismo, las autoridades activaron un
intenso operativo de búsqueda y captura a lo largo de unos 25 kilómetros de costa por mar y por aire, con helicópteros y drones, para capturar al escualo, al tiempo que
colocaron seis trampas especiales computarizadas.
El ministro de Pesca del estado de Nueva Gales del Sur, Dugald Saunders, quien describió el fatal ataque del miércoles como un
"incidente devastador", admitió que podría ser difícil encontrar al tiburón debido a sus habilidades para desplazarse.
"
Es un poco como buscar una aguja en un pajar, pero hemos visto que los tiburones recorren grandes distancias", manifestó Saunders a la cadena de televisión Sky News.
El tiburón blanco, que
se calcula tiene entre 3 y 5 metros de longitud, atacó la tarde del miércoles a un hombre aún no identificado que se encontraba nadando en Little Beach, en un incidente que fue captado en video por un testigo.
El inspector Lucky Phrachanh, del servicio de Ambulancias del estado de Nueva Gales del Sur, afirmó que la víctima sufrió "heridas catastróficas" debido al ataque del escualo, por lo que no pudo ser salvada.
La tarde de ayer, las autoridades lograron recuperar los restos del hombre, que es la
primera víctima mortal de un ataque de escualo en Sídney desde el 28 de enero de 1963 cuando la actriz australiana Marcia Hathaway murió a consecuencia de las mordidas de un tiburón toro en la bahía de Sugarloaf.
El año pasado se produjeron 18 ataques de tiburón en Australia, de los cuales tres resultaron fatales, mientras que en 2020 se contabilizaron 26 ataques, con ocho muertes.
El gran blanco, que llega a medir hasta 5,5 metros de longitud y se alimenta de peces y otras especies como rayas, mamíferos marinos, crustáceos y aves marinas, adquirió fama mundial de asesino en la década de los '70 con la película "Tiburón" dirigida por Steven Spielberg.
Según estudios de la agencia científica gubernamental CSIRO de principios de 2018,
en las costas de Australia hay unos 2.210 ejemplares adultos de tiburones blancos, que aunque son considerados los más peligrosos están incluidos en las listas internacionales de especies en peligro.