Los envases retornables han estado por décadas en el diario vivir de los chilenos, impactando positivamente en el entorno. Gracias a sus características, estos recipientes pueden ser reutilizados hasta en 12 ocasiones en el caso de los plásticos y hasta 35 veces en el caso de los vidrios.
A la fecha, el 70% del total de bebidas que se comercializan en Chile usan estos envases y de ellos cerca del 90% finalmente regresan para ser reutilizados.
En este capítulo del programa ConCiencia Sostenible de Emol, se exploran los esfuerzos que está haciendo Coca-Cola en el marco de su plan global denominado “Un Mundo Sin Residuos” y que busca llegar a 2030 con la capacidad real de poder recuperar el 100% de sus envases comercializados.
Valentina González, Gerente de Asuntas Públicos, Sustentabilidad y Comunicaciones de Coca-Cola Chile, dijo que para la empresa la botella retornable se ha transformado en un ícono de la economía circular que se busca fomentar, apelando incluso a los recuerdos de infancia de las generaciones más adultas cuando era normal su uso de este tipo de recipientes.
En ese contexto, habló del círculo virtuoso de la retornabilidad y de las innovaciones que ha implementado la empresa para avanzar en estas buenas prácticas y limitar su impacto en el medio ambiente. Uno de estos, añadió, “es el ecodiseño (de los productos). Hoy en día no solo las botellas son retornables, sino que también, las que son reciclables lo son en un 100%. Es decir tapa, botella y etiqueta”, explicó.
En cuanto a la botella retornable, Valentina González, explicó que estas “nunca termina en la basura”, ya que además de sus 12 ciclos en el caso de las de plástico y 35 en el caso de vidrio son procesadas y utilizadas para confeccionar otros objetos de pláticos.
Por su parte Rodolfo Poblete, Gerente General de Servicios Circulares de TriCiclos, explicó que el uso de botellas y envases retornables es un importante aporte para disminuir el impacto del hombre en el medio ambiente no solo a nivel de disminuir el nivel de desechos, sino también en el uso de energía.
Para cuantificar su afirmación, indicó que se ha comprobado que el uso habitual de dos botellas retornables en vez de adquirir bebidas en botellas desechables permite una reducción energética equivalente a 162 horas de carga de un teléfono móvil. De ahí el impacto, añadió, de recuperar la antigua tradición de utilizar envases retornables.