El lugar donde ocurrió el fatal accidente.
AP
Un
macabro accidente tuvo lugar esta semana en una playa del sur de Florida (EE.UU.), que
le costó la vida a una pequeña de 7 años que jugaba con su hermano dos años mayor. El hecho ocurrió cerca de las 15:00 horas del martes pasado en Lauderdale-by-the-Sea, donde ambos menores estaban de vacaciones junto a sus padres.
Los hermanos
cavaban un hoyo en la arena, cuando este colapsó encima de ellos, dejando a la niña completamente enterrada y al niño cubierto hasta el pecho.
El agujero tenía alrededor de 1,8 metros de profundidad cuando se desplomó.
Ante los pedidos de ayuda de los padres, las personas que se encontraban en el lugar intentaron desenterrar a los menores con sus manos y baldes, mientras uno de los presentes llamaba al 911 para pedir ayuda.
"Hay un niño al que están tratando de sacar", dijo el sujeto que hizo la llamada, según publicó la revista People. En tanto, el operador que contestó señaló que
escuchó decir a la madre de la pequeña "mi hija está ahí".
"Todo el mundo está gritando", agregó la persona que llamó.
Los primeros agentes llegaron unos cuatro minutos después del colapso, y los paramédicos y bomberos lo hicieron poco después. Se utilizaron tablas de apoyo para evitar la caída de más arena, mientras intentaban sacar a los niños, pero
cuando alcanzaron a la pequeña, ya no tenía pulso.
Los hermanos fueron trasladados a un centro médico, donde la niña fue declarada muerta.
El niño, en tanto, ingresó en condición crítica.
"Lo que comenzó como un increíble viaje familiar rápidamente se convirtió en una pérdida devastadora y trágica", aseguró Sally Krouse, organizadora de una campaña de GoFundMe para ayudar a la familia a recaudar fondos para el funeral de la menor.
Peligro poco conocido
"
Fue una escena horrible, horrible. Imagínese que en un minuto sus hijos están jugando en la arena y luego, en segundos, se encuentran en una situación que pone en peligro sus vidas y su pequeña está enterrada", dijo Sandra King, portavoz del Departamento de Bomberos y Rescate de Pompano Beach, cuyo departamento presta servicios en Lauderdale-by-the-Sea.
Informes noticiosos y un estudio médico de 2007 muestran que entre tres y cinco niños mueren en Estados Unidos cada año cuando un hoyo de arena que están cavando en la playa, un parque o en su casa, se derrumba encima de ellos. Otros resultan gravemente heridos y necesitan RCP para sobrevivir.
"El riesgo de este evento es enormemente engañoso debido a su asociación con entornos recreativos relajados que generalmente no se consideran peligrosos", concluyó el estudio del New England Journal of Medicine.
Los socorristas dicen que los padres deben tener cuidado al dejar que sus hijos hagan hoyos en la playa y no dejarlos cavar demasiado profundo.
Patrick Bafford, gerente de salvavidas de Clearwater, Florida, dijo que su personal advertirá a las familias si un agujero se hace demasiado grande, pero a veces no se dan cuenta a tiempo.
"Hemos tenido eventos en los que la gente estuvo a punto de morir o murió a causa de un colapso", dijo. "Quieres que se diviertan, (pero) hay una diferencia entre diversión y un peligro al que podrían enfrentarse. Realmente es difícil para la gente entender que la playa puede ser un peligro. Todavía pueden suceder cosas malas pase lo que pase. Utilice el buen juicio", agregó.
Shawn DeRosa, que dirige una empresa que capacita a salvavidas, dijo que "muchas personas no piensan en los riesgos de permitir que los niños caven agujeros profundos o anchos".
"Saben que la arena podría deslizarse hacia abajo o que una pared podría derrumbarse, pero no parecen imaginarse que su hijo será enterrado en la arena tan rápidamente", dijo. "Tampoco aprecian el verdadero desafío que supone sacar al niño de la arena una vez ocurrido el colapso", concluyó.