Saltarse el lavado, limpiarlos por menos de tres minutos y usar cepillos duros: Conoce los errores comunes en la salud bucal
"El Mercurio" recopiló recomendaciones de especialistas para abordar las faltas más frecuentes en el cuidado dental. Descubre aquí las mejores prácticas para mantener una boca saludable y prevenir diversas patologías.
La salud bucal es parte integral del bienestar de las personas. "Es un factor importante para estar sano. Para mantener una buena salud bucal necesitamos hábitos de vida saludable, principalmente, una adecuada higiene y alimentación", dice Natalia Ortega, odontóloga especialista en Endodoncia de la Clínica Alemana.
Pero a pesar de ser esencial para la salud general, es usual que se cometan errores al intentar cuidar de los dientes. La relevancia de evitar estas equivocaciones es que así se pueden prevenir diversas patologías dentales, sostiene Ortega.
Además, algunas enfermedades dentales, como la periodontitis -una infección de los tejidos donde se insertan los dientes-, se asocian a otras enfermedades del sistema, por ejemplo, la diabetes y riesgo de parto prematuro en embarazadas, apunta Andrea Correa, académica de la Facultad de Odontología de la U. de Chile y doctora en Salud Pública.
A continuación, diversos expertos señalan cuáles son los errores más comunes que juegan en contra de mantener una buena salud dental y qué hacer para evitarlos.
1. Saltarse el lavado después de algunas comidas
No cepillarse los dientes frecuentemente puede llevar a la enfermedad bucal. Así lo sostiene Ortega: "La higiene bucal debiese realizarse después de cada comida, porque la placa bacteriana, responsable de caries y enfermedad periodontal, siempre está en constante formación sobre los dientes y las encías".
"Cada vez que uno come, estamos dando un sustrato para que estas bacterias tomen estos elementos y puedan generar enfermedad. Por lo tanto, la situación ideal es que realicemos esta acción después de las principales comidas del día: desayuno, almuerzo, once y cena", precisa.
2. Cepillarse rápido
Otro error común es realizar un cepillado muy rápido. Franco Cacciuttolo, odontólogo de la Clínica Universidad de los Andes, indica que "por lo menos hay que dedicarle de tres a cinco minutos a un buen cepillado dental y que tu odontólogo te enseñe una técnica adaptada a tu edad y destreza motriz".
En términos generales, señala Ortega, durante el cepillado "hay que pensar que se tienen que abordar todas las superficies dentarias y tener conciencia de que estoy barriendo, tanto arriba como abajo, por fuera, por dentro, todas las caras (de los dientes)".
3. Usar un cepillo duro y aplicar mucha presión
Correa acota que es usual que las personas opten por comprar cepillos duros, porque creen que se van a limpiar mejor los dientes: "Los cepillos duros, que además la gente usa ejerciendo demasiada presión, pueden hacerles daño a nuestras encías. Estamos poniendo una escobilla que tiene cerdas muy duras y lo estamos aplicando con fuerza hacia la encía, lo que finalmente genera retracción de las encías".
El llamado es a elegir un cepillo de cabeza redonda, con un cabezal pequeño y de cerdas suaves, explica Ortega. Además, "la técnica tiene que ser atraumática, con suficiente presión para barrer la placa bacteriana que se deposita en estos tejidos, pero no tanta que pueda generar daño".
4. No cambiar el cepillo de dientes
También es necesario asegurarse de que el cepillo de dientes esté en las adecuadas condiciones para realizar la limpieza. Si bien Cacciuttolo, además especialista en rehabilitación oral, dice que no hay un tiempo específico para realizar el cambio, sí hay que prestar atención a la condición de este.
"Lo importante es ver que las cerdas no estén abiertas, es decir, que las cerdas del cepillo estén derechas; cuando ya se empiezan a abrir, a inclinarse hacia afuera, ese cepillo ya tiene que ser cambiado, porque ya no está limpiando como fue diseñado", dice.
5. Dejar de lado la seda dental
Es frecuente que las personas no usen seda dental o algún sistema de limpieza interproximal (entre los dientes), como un cepillo interdental, concuerdan los entrevistados. "Lo que pasa es que los alimentos van quedando entre medio de los dientes y eso va generando daño en las piezas dentarias y se puede terminar con caries", señala Cacciuttolo.
Ortega recomienda emplear "esta forma de limpieza un mínimo de una o dos veces al día, ya que lamentablemente esos espacios no se pueden abordar con un cepillo dental".
6. Consumir mucha azúcar y alimentos ultraprocesados
Otra práctica que daña la salud dental es comer mucha azúcar y alimentos ultraprocesados. "Tener un alto consumo de azúcar y alimentos ultraprocesados -aquellos productos fabricados industrialmente que tienen muchos ingredientes- también es dañino para la salud dental. Ambos se relacionan con el desarrollo de caries", señala Correa.
En cambio, se debería mantener una alimentación balanceada. "Hay que preocuparse de tener una dieta equilibrada, de consumir frutas, verduras y legumbres, porque estos alimentos tienen un efecto mecánico de arrastre de la placa bacteriana. Entonces, podemos tener una mejor salud bucal si es que comemos alimentos que cumplen este rol".
7. Fumar
El tabaco también daña la salud dental. Por una parte, Cacciuttolo indica que "puede producir efectos bastante simples, que pueden ser reversibles, como una tinción, es decir, que se manchen los dientes -lo que puede ser limpiado por el odontólogo- hasta el cáncer oral".
Además, "las personas que fuman tienen más riesgo de periodontitis, patología que puede llevar a que los dientes se caigan", dice Correa.
8. No consultar
"Es muy común el hecho de creer que si no me duele nada, no necesito ir al dentista. Pero es necesario estar chequeándose, para poder tratar las patologías a tiempo", apunta Correa.
De hecho, un reciente estudio de la Facultad de Odontología de la Universidad de los Andes -realizado a 1.378 hombres y mujeres de 18 o más años- señala que un 51% de los encuestados no ha ido al dentista en el último año.
Cacciuttolo recuerda: "Hay que ir al odontólogo cada seis meses o mínimo una vez al año. Al no consultar, muchas enfermedades no son pesquisadas a tiempo, lo que provoca que se vaya perpetuando el daño y sea más costoso de tratar".
Fuente: El Mercurio | Contenido: Anna Nador, VCT. Adaptación y diseño: Johanna Mellado, Emol.