ZURICH Y ROMA.- El caso de los supuestos pasaportes falsos, que hoy tuvo en Italia como grandes protagonistas al argentino Juan Sebastián Verón y al uruguayo Alvaro Recoba, "amenaza la reputación del fútbol", afirmó la FIFA, que pidió a las federaciones nacionales un informe detallado del tema.
El secretario general de la FIFA, Michel Zen-Ruffinen, afirmó que el máximo organismo del fútbol mundial está preocupado "por la alarmante escalada de casos de falsificación de pasaportes de jugadores que involucran a los países de la Unión Europea".
En Italia, donde se inició el escándalo, el caso testigo de Verón, crack de la Lazio, debía celebrar hoy una audiencia preliminar el Tribunal de Roma, pero el juez Claudio Tortora aplazó la sesión para el martes próximo debido a un vicio de índole formal.
La decisión fue tomada por una falta de traducción al idioma italiano de los actos de la rogatoria conducida en Argentina por el fiscal Silverio Piro, quien también pidió el envío a juicio del presidente de la Lazio, Sergio Cragnotti, y el apoderado Gustavo Mascardi, entre otros.
Ninguno de ellos asistió hoy al aula tribunalicia donde se efectuó el debate a puertas cerradas.
Sólo habló brevemente con los periodistas el abogado de Verón, Marcelo Petrelli, quien subrayó que el futbolista "no tenía el más mínimo interés en poseer un pasaporte italiano".
"Verón es una estrella indiscutida, en cualquier equipo del mundo jugaría como titular con o sin un doble pasaporte, y esto se ha demostrado desde hace meses, ya que Lazio lo alista siempre como extracomunitario", declaró Petrelli.
El caso Verón, que según el DT de Roma, Fabio Capello, debería significar a la Lazio la pérdida del título que ganó en la última temporada, abrió las puertas a una extensa investigación sobre otras posibles irregularidades, al punto que más de medio centenar de jugadores están bajo indestigación, 24 de los cuales en Udine, donde hoy declaró el uruguayo Recoba.
Recoba fue sometido a un severo interrogatorio de dos horas en el Palacio de Justicia de Udine por parte del fiscal Paolo Alessio Verní, quien agregó que el testimonio del uruguayo fue "sereno y distendido".
La investigación, dijo Verni, "va adelante a 360 grados. Hay una investigación en curso y yo debo atenerme a los hechos. No acostumbro hablar. Lamento, pero esto es todo".
Verni ratificó que, en algunos casos, el pasaporte es correcto pero fue obtenido a través de documentos falsos (como se investiga en la causa Verón), mientras que, en otros, el pasaporte parece directamente falso (caso Recoba).
Cuando un periodista le preguntó sobre una organización dedicada a la obtención de pasaportes falsos, Verni respondió que "no me arriesgaría a hablar de asociación para delinquir. ¿Las repercusiones en el fútbol? Francamente no me interesan y no me condicionan para nada. Yo hago mi trabajo", agregó el fiscal, a cuyo despacho Recoba llegó en un vuelo procedente de Milán, retirándose sin formular declaraciones.
En Roma, el ex presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Luciano Nizzola, defendió la actuación del organismo bajo su gestión, criticada por haber tolerado durante años la situación, pese a denuncias viejas sobre el tema.
"No se trata de delitos deportivos, sino delitos comunes", dijo el ex titular de la FIGC, cuyo actual titular provisorio, Gianni Petrucci, presidente también del Comité Olímpico Italiano (CONI), pidió asesoramiento legal sobre cómo actuar ante la escalada del tema.
La prensa italiana recordó que en Francia sí se quitaron puntos a los clubes que también contrataron a jugadores con pasaportes falsos, aunque un Tribunal de Apelación de la Liga de fútbol de ese país obligó hoy a devolver los dos puntos que habían sido quitados al Mónaco, por el caso del chileno Pablo Contreras.
En España, donde según el diario El Mundo, el supuesto pasaporte falso del argentino Roberto Ayala (Valencia) "puede provocar una avalancha de denuncias", la policía, según El País, "no tiene indicios del uso de pasaportes falsos" en la Liga de ese país.
"Nosotros llevamos el pasaporte (de Ayala) a la policía española para verificarlo y nos dijeron que era correcto", afirmó el consejero delegado de Valencia, Manuel Llorente.
