ROMA.- Diez de los casos que actualmente están siendo examinados por los consulados y embajadas italianas, para verificar presuntas irregularidades en la concesión del pasaporte a jugadores "no comunitarios", están en regla, según ha afirmado el subsecretario italiano de relaciones exteriores, Franco Danieli.
Franco Danieli acudió este martes al parlamento para informar a una comisión parlamentaria sobre la situación actual relativa al caso de los pasaportes falsos".
El subsecretario italiano, en su comparecencia ante la comisión parlamentaria de "Schengen", dijo que la verificación de las documentaciones de acceso a la ciudadanía italiana será "un trabajo rápido", y que, de momento, atañe a 44 futbolistas y se ampliará (hasta casi un centenar) a los restantes que lo hubieran solicitado a partir de 1998.
Danieli, asimismo, invitó a la "prudencia" ya que informó que de los 44 casos que se están examinando, de una decena de ellos ya se habrían verificado su regularidad.
El subsecretario también informó de las diversas formas buscadas por los presuntos falsificadores para realizar un pasaporte "irregular". Según dijo, van desde el mero "pasaporte burdo" (el más fácil de descubrir) a la falsificación de datos del registro civil relativos a posibles antepasados, a menudo realizada con papel y timbres oficiales, por lo que es difícil saber su autenticidad.
Además, según dijo Danieli, las dificultades para comprobar la autenticidad aumentan al marcar la ley que, si bien para la ascendencia materna existe un límite temporal (1 de enero de 1948), para la ascendencia paterna no lo hay.
Así, la reconstrucción en el registro civil en este apartado puede partir desde hace más de un siglo, con las consiguientes dificultades que ello conlleva.
Danieli, asimismo, se refirió a las numerosas peticiones de nacionalización y ciudadanía que reciben anualmente los consulados y embajadas italianas, en especial en Sudamérica, por diversos motivos, entre ellos la coyuntura económica y social.
Así, dijo que en 1998 fueron 65.000, en 1999 se elevaron a 68.000 y en la primera mitad del 2000 ya fueron cerca de 42.000. De estas últimas, 18.500 fueron realizadas en Brasil, casi 12.000 en Argentina, unas 1.900 en Chile y 1.100 en Perú.
Todos esto conlleva a que se intente evitar una "disparidad" de tratamiento entre los "famosos jugadores" y los "pobres" entrados en Italia por necesidad, dijo Fabio Evangelisti, presidente de la comisión parlamentaria.
"Si en Italia la inmigración clandestina no es delito, sí lo es la falsificación de documentos de identidad", indicó Evangelisti.