BRASILIA.- Las mayores fuerzas del fútbol brasileño, encabezadas por Pelé, unieron esfuerzos con el gobierno este martes para reorganizar este deporte, sumido en los últimos años en denuncias de corrupción y pérdida de interés del público.
La reorganización planteada en el encuentro auspiciado por el ministro de Deportes, Carlos Meilles, prevé una nueva reglamentación para controlar la transferencia de jugadores entre clubes. También incluye garantías de transparencia en la administración de los equipos y la ordenación del calendario de competiciones.
El encuentro pareció, además, un esfuerzo por alejar el balompié de la ola de malas noticias que envuelven a sus principales dirigentes, que están bajo investigación en las dos cámaras del congreso.
"Este es el inicio de un gran proyecto que va a culminar con Brasil organizando la Copa del Mundo del 2010", dijo tras el encuentro el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Texeira.
El fútbol brasileño es el centro de dos investigaciones del congreso, que pretenden aclarar supuestas irregularidades en la administración de clubes y evasión de impuestos en la transferencia de jugadores, entre otras denuncias.
La reunión efectuada en Brasilia consolidó el acercamiento entre Pelé y Texeira, quienes estaban distanciados hace una década por diferencias sobre el rumbo que venía tomando el fútbol.
Junto a ellos estuvieron, entre otros, el ex presidente de la FIFA, Joao Havelange; el presidente del llamado "Club de los 13" (que reúne a los 20 clubes más grandes del país), Fabio Koff; y el ministro de Justicia, José Gregori.
Todos firmaron lo que llamaron "el balón de la paz", una pelota de fútbol que simboliza la unión de la dirigencia deportiva con el gobierno para reorientar el balompié brasileño, que los asistentes calificaron como "el mejor del mundo".
Pelé, quien criticó los fallidos esfuerzos brasileños por ser sede del mundial del 2006, comprometió su respaldo a la campaña para el 2010. "En lo que fue combinado aquí para mejorar el fútbol brasileño y dar alegría al pueblo, voy a estar presente", declaró la mayor gloria del fútbol de Brasil.
"Estoy aquí representando al pueblo brasileño, que está cansado de tener los mejores jugadores, los mejores equipos, pero con una administración que no es la mejor", agregó el "rey del fútbol".
Sin embargo, la preocupación de Pelé se centró en la llamada ley del pase, que entrará en vigor el 26 de marzo, para regular la transferencia de jugadores entre clubes.
El ministro de deportes Meilles adelantó que después de la puesta en vigencia de la ley, el gobierno elaborará una medida provisional para adaptar la ley a la nueva reglamentación de la FIFA y la Unión Europea en torno a la transferencia de jugadores.
"Vamos a ser el primer país del mundo en incorporar las nuevas reglas de la FIFA a su legislación", declaró Meilles.
El reglamento de la FIFA establece que la formación de un jugador se completa a los 23 años de edad, y a partir de entonces estará sometido al reglamento que le impide romper contratos en forma unilateral en sus primeras tres temporadas.
También autoriza la transferencia internacional de jugadores solamente en el verano y limita la duración de los contratos.