PARIS.- El Tour de Francia de ciclismo adoptó un plan de diez medidas contra el dopaje, alguna de ella aplicables desde julio.
El Tour pondrá en marcha un dispositivo para hacer más eficaz la detección del EPO (eritropoyetina), que ahora es posible con el método francés elaborado por el Laboratorio Nacional de Chatenay-Malabry, en la periferia parisina.
Entre las medidas concretas, el examen previo se hará los días precedentes a la salida de la edición 2001, el 7 de julio en Dunquerque.
Además, expertos médicos enviados por la Unión Ciclista Internacional (UCI) tendrán que dar el visto bueno antes de cualquier prescripción de substancias restringidas.
Esta decisión debería contrarrestar el uso abusivo de medicamentos, especialmente de corticoides, que revelaron las estadísticas del pasado Tour (más de 40 por ciento de los controles).
Se llevarán a cabo diez controles diarios y los resultados de los análisis se darán a conocer en 72 horas, precisaron los responsables del Tour, que quieren garantizar así la "limpieza" de los vencedores.